Por: Redacción

El reconocido arquitecto mexicano Agustín Hernández Navarro participará en el marco del Librofest Metropolitano 2017, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana en Azcapotzalco, con una conferencia magistral donde abordará los pormenores de su obra, desde su examen profesional que se convirtió en ícono de la arquitectura mexicana de los años setentas.

En entrevista, el afamado arquitecto mexicano habló sobre la importancia de que las construcciones además de cumplir con los aspectos de funcionalidad a los que están obligados, logren trascender y elevarse al nivel del arte.

“La buena arquitectura es contada, hoy no vemos construcciones que se eleven al nivel del arte. La arquitectura es arte”, afirmó el arquitecto cuya obra fue analizada por Diego Rivera y descrita por Matías Goeritz como arquitectura emocional, dada su capacidad de conectar con el espectador, aprovechar el entorno y ofrecer una identidad propia de lo mexicano.

“Esa palabrita emocional ya no la uso, para mi es sólo arquitectura, no tiene adjetivos. La arquitectura es ser original, yo no me repito, no tengo estilos, cada obra es diferente, te olvidas de lo que hiciste y vas un paso adelante, aprovechando los nuevos materiales y sistemas constructivos”, explicó el arquitecto, quien forma parte de las sorpresas que este año la UAM compartirá con el público asistente a la Feria del Libro.

El creador del imponente Colegio Militar, comparte que por ejemplo en el caso de esta obra la edificación requería espacios amplios, donde se pudieran desplazar formaciones militares y tuvieran espacios adecuados para un programa de actividades tan extenso como era el del colegio, “lograr que la arquitectura sea uniforme, tenga ritmo y todos esos atributos que tienen los centros ceremoniales prehispánicos, sin que sean edificios aislados sino un organismo, una misma estructura, fue un gran reto como construir un edificio de 20 por 20 pero que tuviera 100 pisos de altura”, describe el arquitecto.

Seguidor de las culturas prehispánicas, aficionado desde joven a buscar estas piezas de identidad nacional, Agustín Hernández describe su arquitectura como representativa de lo mexicano. “Traté de rescatar aspectos de nuestro pasado pero proyectándolo funcionalmente al futuro”, explica y retoma el caso del Colegio Militar para ejemplificar cómo en esa obra se inspiró en los centros ceremoniales prehispánicos para retomar de ellos todos sus ejes, su trazo y su volumetría para crear un conjunto monumental.

“Creo que es muy importante que nuestra arquitectura tenga identidad nacional. Los nuevos arquitectos mexicanos no buscan eso, tratan de actualizarse internacionalmente pero no les importa ese espíritu nacionalista, aun cuando estos aspectos mexicanos llaman más la atención que todo lo que se hace en el mundo”, comenta Agustín Hernández, quien reconoce en la obra de los arquitectos internacionales Santiago Calatrava y Norman Foster aspectos artísticos que merecen atenderse.

“Se está haciendo buena arquitectura en Escandinavia, en Alemania, en Estados Unidos hay cosas buenas regadas por todo el territorio. Lo que hace el español Santiago Calatrava me parece extraordinario, futurista, de vanguardia, con tecnología que no hemos traído a México”, dice ante los ejemplos de buena arquitectura en otros sitios, sin embargo explica que la buena arquitectura siempre es personal, es de mucha inspiración y de encontrar lo individual, lo personal que le dé significado.