Por: Redacción
La línea –como impulso en la creación del universo pictórico y fuente de inspiración inagotable que alude a las fronteras y los límites del trazo– demuestra que la imaginación trasciende los contornos de la forma y halla en un solo motivo expresiones sin fin.
Intersticios, muestra de Olivia Rojo que ocupará la Galería de Arte de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) hasta este 30 de junio, explora en 13 obras las posibilidades del trazo mínimo bajo una noción de libertad.
Sobresalen Intersticios I, VIII y XIII, piezas en las que la artista agota las opciones del negro con líneas blancas, gruesas, delgadas o anchas, en texturas y proporciones que crean un entramado de ilustraciones sobre el papel.
Este trabajo es parte del proyecto colectivo Palimpsesto, que conecta –a partir de un eje creativo– propuestas de autores mexicanos y extranjeros destacados para reflexionar sobre el significado del dibujo.
La pintura de Rojo se caracteriza por una compleja indeterminación existencial, en una sucesión infinita de puntos y un cosmos dentro de sí que sólo puede vislumbrarse bajo el concepto de intersticio, afirmó el docente y especialista en historia Napoleón Camacho Brandi: ese espacio “es analizado desde la libertad, entendida como autodeterminación y examinación sin destino, pues las líneas establecen vínculos, pero también reclaman una mirada hacia un interior enigmático como apertura, pliegue e indeterminación”.
La artista refirió que toma la línea como detonador del dibujo y punto de partida para generar un mundo más amplio y abierto desde lo mínimo de la forma, en un proceso que nace de inspeccionar los componentes básicos, por lo cual la muestra es en blanco y negro.
“Quería limitarme en elementos y en color al hacer esta exploración”, aunque dotando las obras de riqueza expresiva: “es como la decisión de elegir una cosa que da más posibilidades. La línea es restricción, pero al mismo tiempo libertad”.
Debido a que el resultado depende mucho de la utilización de materiales y herramientas, esta propuesta “fue a través de grafito, carbón, carboncillo y acrílico” e instrumentos diversos para que cada pieza tuviera valor, no sólo en el diseño sino en la materia prima, abundó la diseñadora de la Comunicación Gráfica por la Unidad Xochimilco de la Casa abierta al tiempo.
Rojo resaltó la relevancia de que las universidades ofrezcan recintos de arte, ya que “mi mayor interés es que la comunidad joven pueda ver esta labor para recordar que el dibujo es trascendental en nuestra preparación humana y académica”.
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