Por: Meztli Islas Vázquez / Vicente Flores Hernández/ Montserrat Sánchez
Primera de 2 partes
Para el actor Roberto Sosa, “cada noche, el teatro brinda la maravillosa posibilidad de vivir momentos únicos e irrepetibles, porque cada presentación es la misma obra, pero a veces se modifican las entonaciones, algunos ademanes, se adecuan los textos, y no hay posibilidad de repetir ni de regresar y siempre tiene que salir bien “Esa es la gran diferencia con el cine, donde si hay un error, faltó algo o no le gustó la escena al director, todo se puede repetir una y otra vez hasta que salga perfecto”.
Roberto Gonzálo Sosa Martínez, tiene 35 años de carrera artística, y para él nada cambia en el día a día porque siempre se está preparando para “interpretar a los personajes que deba interpretar”.
Sentado en la tercera fila del Teatro Helénico, frente al escenario, en espera de que inicie la función de la noche, el actor concedió una entrevista para los lectores de Mugs Noticias.
Creyente de su trabajo, apasionado de la actuación, es un hombre que creció en los entretelones con su nombre en las marquesinas y que ha interpretado personajes, que por ejemplo, le han significado obtener uno de los premios más grandes a los que puede aspirar un actor nacional en territorio mexicano, un Ariel por la mejor coactuación masculina gracias a su soberbia interpretación del travesti Lulú en la película Victorio de Alex Noppel.
Para Sosa Martínez, lo más importante que puede obtener al realizar su labor, es divertirse con su trabajo de manera seria: “divertirse no es sinónimo de echar relajo…No sé por qué en español es actuar cuando en francés es joué, en inglés es to play que es jugar y yo creo que el oficio del actor es ese, es jugar como cuando éramos niños que nos poníamos la investidura del personaje del indio, del vaquero, del ladrón, de lo que estábamos jugando y nos la creíamos aunque estábamos jugando, era un juego en donde había reglas que se respetaban pero sin dejar de divertirse.
“Para un proyecto yo tomo en cuenta muchas cosas, como el equipo de trabajo que se conforme, los creativos, el director, el fotógrafo, los encargados de arte, del vestuario; es decir, que todos sean personas realmente comprometidas con el proyecto”.
A sus 45 años de edad, el actor señaló que “si bien el trabajo se tiene que disfrutar” también consideró el ámbito de la remuneración, “no es que se lo primordial, sino que es preocupante que ahora se trabaje gratis, lo que llaman hacerlo por amor al arte, ya que algunos de los perjudicados ante esta situación podrían ser chavos de escuela que están haciendo sus ejercicios, sus pininos”.
-Se podría decir que, ¿vale más la remuneración en cuestión que el proyecto?
-No, es decir, yo por ejemplo, empecé a trabajar en el 78 y realicé varios de esos ejercicios sin remuneración económica, pero yo creo que tienes que vivir de tu trabajo. Aunque por otra parte, existen trabajos en los cuales pues le entras porque vale más la pena el proyecto como tal que lo que puedas ganar económicamente, o importa más el grupo de gente con el que te va s a contactar. Yo creo que siempre hay que sopesar qué es lo que equilibra y qué es lo que vas a darle tú de peso a cada uno de los proyectos.
Roberto Sosa, quien ha participado en proyectos televisivos, cinematográficos y teatrales, no mostró preferencia al momento de trabajar en alguno de los tres medios, y lo explica mediante la analogía en la literatura al explicar que “sería injusto decir que me gusta más la poesía que el verso, que la prosa, que la historia, que las biografías, que los ensayos, pues, son diferentes y a mí lo que me gusta justamente son esas diferencias.
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