Por: Redacción/
Con la llegada del actual Gobierno de la Ciudad de México, la Secretaría de Cultura capitalina, dirigida por José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, creó el Instituto de la Defensa de los Derechos Culturales, instancia que benefició a 526 mil 531 personas a través de 154 actividades que durante 2019 tuvieron impacto en habitantes y visitantes de esta urbe.
“La premisa es garantizar los derechos culturales entendidos como parte fundamental de los derechos humanos, es decir, realizar un cambio de paradigma que pase de generar eventos o dar acceso a la cultura, a generar diversos mecanismos de garantía para cualquier ser humano”, explicó en entrevista Jesús Galindo Calderón, director general del instituto.
Detalló que la creación del organismo busca “promover, difundir e investigar sobre los derechos culturales”, lo que describió como quehacer inédito sustentado legalmente en el artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el 8 de la Constitución local, así como en el 143 del Reglamento Interior del Poder Ejecutivo y de la Administración Pública local y la Ley de los Derechos Culturales de los Habitantes y Visitantes de la Ciudad de México.
Se trata, destacó, “de una institución que no tiene precedentes ni siquiera a nivel internacional, no existe un instituto igual en el mundo hispanohablante y en Latinoamérica con estas características. Innovamos en la defensa de estos derechos que tienen que ver principalmente con la identidad cultural, la memoria histórica y el patrimonio, que asume a todas las personas como detonadores de procesos culturales”.
En palabras del promotor cultural, la Ciudad de México se encuentra ante un contexto democrático de avance en la garantía de estos derechos que, en primera instancia, deben ser difundidos. “El instituto está centrado en este momento en el proceso de promoción y difusión de los derechos culturales, en el entendido de que quien no conoce un derecho difícilmente puede ejercerlo”, dijo.
Para ello, mencionó, se encuentra “la creación de un instrumento pedagógico denominado Cartilla de los derechos culturales, en la que el lenguaje complejo de los instrumentos jurídicos es de mayor accesibilidad para cualquier persona, así como la elaboración del Prontuario normativo en materia de derechos culturales”.
A decir de Galindo Calderón, también se realizaron campañas de promoción de los derechos culturales con énfasis en 74 cápsulas auditivas que fueron trasmitidas en todas las líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, “nueve de ellas explicando puntualmente qué son los derechos culturales y el resto con énfasis en población indígena y grupos de atención prioritaria”, explicó.
Además, “en el año realizamos 33 gestiones y asesorías en materia de derechos culturales para hacer saber a las personas o colectivos cuándo sí y cuándo no son vulnerados sus derechos; ayudamos con las gestiones necesarias para la realización del Ceremonial Tóxcatl en el Zócalo capitalino, y participamos en el proceso de organización de la VI Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, que superó el medio millón de asistentes”, subrayó Galindo Calderón.
Otras actividades que se establecieron durante 2019 fueron conversatorios, ponencias, conferencias y exposiciones como parte del mecanismo de intercambio de ideas del instituto, que destacó por sumarse a los 16 Días de activismo contra la violencia de género, así como capacitaciones, sesiones de cine en la estación de Metro Zapata y difusión de señalética en lenguas indígenas por Twitter.
El principal reto, reiteró, está en difundir qué son los derechos culturales, por lo que destacó que, tras el primer año del instituto, el siguiente paso será su consolidación al hacer del conocimiento de los residentes y visitantes de la capital tales principios, con la finalidad de que éstos sean ejercidos y cumplidos a cabalidad.
“Trabajamos para que se conozca el instituto y estos derechos que no sólo se refieren a los habitantes de la ciudad, sino a cualquier persona que transite en ella; son derechos humanos que no pueden estar vetados para ninguna persona”, agregó Galindo Calderón, quien exhortó al público a consultar los documentos elaborados para su comprensión.
Como señala el artículo 8 inciso D de la Constitución de la Ciudad de México, los derechos culturales instan por el respeto, difusión y libre formación de las identidades culturales que constituyen el patrimonio de la humanidad; el acceso al patrimonio cultural; el libre ejercicio de tales prácticas; el acceso y participación en la vida; el emprendimiento de proyectos e iniciativas culturales y artísticas; la formación de espacios colectivos, autogestivos, independientes y comunitarios; el ejercicio de la libertad creativa, cultural, artística, de opinión e información, así como por la participación, vía democrática, en el desarrollo de políticas en el rubro.
El Instituto de la Defensa de los Derechos Culturales tiene su sede en el tercer piso de Cuba 43, Centro Histórico, y para cualquier duda o asesoría se puede establecer contacto mediante el correo indeculta@gmail.com.
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