Por: MUGS / Redacción
Tangos y milongas ejecutados por el Cuarteto Latinoamericano inundaron de musicalidad la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico, en el primer concierto del ciclo Vive la Música, organizado bajo este concepto en el recinto del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, donde el público, quien estuvo sentado al lado de los músicos, experimentó lo que los intérpretes viven al ofrecer un concierto.
Este recital, organizado por el Programa de Animación Cultural del Conaculta, estuvo dedicado al tango y contó con la participación del bandoneonista argentino César Olguín, quien de manera coloquial y amena explicó a los asistentes un poco de las piezas que integró el concierto, la mayoría del compositor Astor Piazzolla.
“Bienvenidos a esta serie de conciertos que tiene como finalidad interactuar con ustedes, el público, una experiencia que por mi parte la hemos realizado en algunas ocasiones”, expresó Olguín al iniciar el concierto en el cual se escucharon Jolousie, Fuga y misterio, y Nostalgias.
El concierto, primero en este estilo para el Cuarteto Latinoamericano, integrado por Saúl Bitrán (violín), Aron Bitrán (violín), Javier Montiel (viola) y Álvaro Bitrán (violonchelo), se desarrolló de manera fluida, donde los músicos dieron a conocer su calidad técnica e interpretativa, arrancando en cada una de las interpretaciones fuertes aplausos.
La audiencia, que llenó en su totalidad la Capilla Gótica, sintió y percibió cómo es el trabajo de un músico, se deleitó con las piezas Oblivion, La muerte del ángel, Woe, Fuga 9, A media luz, Caminito y Por una cabeza, al tiempo de alegrarse con los comentarios de César Olguín, quien a manera de broma hizo referencia a su “avanzada edad”, al nombrarse el “viejito del bandoneón”.
“¿Se la están pasando bien?”, preguntó el músico argentino, quien al recibir un unísono, ¡sí!, se dijo sorprendido, pues “el tango es un drama”; para después seguir con el recital e interpretar La trampera, de Aníbal Troilo; El día que me quieras, de Carlos Gardel; Niebla del Riachuelo, de Juan Carlos Cobián, cerrando con El choclo de Ángel Villoldo.
“Agradecemos su asistencia al inicio de este ciclo, esperamos la hayan pasado bien”, expresó el también director de la Orquesta Mexicana de Tango, quien se encargó de los arreglos musicales para cuarteto de cuerdas de todas las obras interpretadas en el recital.
Tras la ovación de los presentes, los músicos regresaron al escenario para ejecutar una pieza de Five Tango Sensations: Fear, única obra original que Astor Piazzola hizo para el cuarteto de cuerdas y bandoneón.
Con el Ciclo Vive la Música se busca contribuir a la formación de nuevos públicos, con la finalidad de ofrecer a los asistentes otra realidad que siempre han tenido frente a ellos, pero que no habían podido sentir.
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