Por: Rene Ortiz
Sonidos impredecibles de partículas, choques caóticos, explosiones y susurros sucesivos los cuales propician el asombro, todo esto integra, la exposición “Sonificaciones Integradas” del artista sonoro y compositor de música acústica y electroacústica Roberto Morales.
Dicha muestra fue inaugurada en la Fonoteca Nacional y está integrada por tres instalaciones sonoras que – a través de videoproyecciones y loops dinámicos- recrean la radiación solar, un enjambre de avispas y auroras boreales.
El artista sonoro, señaló que las tres piezas que se presentan son únicas e irrepetibles para cada uno de los espectadores, ya que los patrones que las conforman, nunca se repiten gracias a la actuación de un robot programado que funciona como un compositor virtual que organiza los sonidos a cada instante, a través de un juego de combinaciones y decisiones matemáticas que modifican los patrones y sonidos de cada pieza, ofreciendo así, cada vez, una obra irrepetible para cada espectador.
Añadió que Sonificaciones Integradas permitirá al público descubrir cómo, a través del sonido, se pueden interpretar datos abstractos y cualquier tipo de fenómeno natural.
La primera pieza que el público podrá escuchar es Zanate de Luz (2014) que, a través de pedazos de espejos y aves realizadas con latón que cuelgan del techo de la Sala de Exhibición René Villanueva, invitan a ser parte del viaje de una parvada de aves (pájaros zanates) que se encuentran en una situación estática o congelada.
Esta pieza musical fue creada a partir de una sonificación de la radiación solar que se presentó en los meses de marzo y abril del 2014, con el ritmo, lenguaje y cantos producidos por los Zanates al amanecer y un atardecer en una comunidad.
La segunda obra tiene por nombre Zabisisi bizu (enjambre de avispas, 2015), la cual fue generada a partir de los comportamientos de un enjambre de avispas que desarrolla sonora y visualmente la idea de transformación y destrucción, utilizando la premisa de la muerte como elemento que permite la evolución del siguiente estado compositivo de la obra.
Reveló Morales, que esta obra, surgió porque tiene un panal de avispas en el techo de su cocina y no lo quería tirar. Con ello surgió la inspiración porque ve que las avispas son pasivas, pero que al mismo tiempo tienen mucha pasión al hacer sus cosas.
Finalmente, en el Jardín Sonoro, se encuentra la pieza Hraca xhiñaa (Se vuelve rojo, 2015) que invita al público a conocer como sonarían las auroras boreales. La obra se basa en sonidos producidos por una flauta y varios murmullos.
Esa pieza no tiene duración definidas, por lo que siempre se repite, “lo que permite emular el principio dinámico manifiesto en la naturaleza, todo es impredecible y misterioso”.
La obra estará de lunes a viernes de 9:00 a 19:00 horas y sábados de 9:00 a 18:00 horas y estará hasta el 19 de diciembre por cierre temporal de la Fonoteca Nacional. Entrada libre.
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