Por: Redacción

En una magna muestra que reúne más de 70 piezas de artistas como Manuel Tolsá, Jesús Contreras o José María Labastida, fue abierta al público la primera gliptoteca de la historia del Museo Nacional de Arte (Munal) para enriquecer la visión sobre las expresiones del neoclasicismo,  el realismo poético, el idealismo y el esteticismo.

De la piedra al barro. Escultura mexicana. Siglos XIX y XX fue inaugurada por María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, quien estuvo acompañada por Agustín Arteaga, director del Munal; Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Plásticas del INBA, y Víctor Rodríguez, curador de la muestra.

María Cristina García Cepeda afirmó que esta magna exposición permitirá al público conocer y comparar el genio de artistas que volcaron lo mejor de su estética en la escultura y fueron un referente por más de siglo y medio de la excelencia de este arte en nuestro país.

La directora general del INBA refirió que esta muestra se integra en su mayoría con obras del acervo del Munal y se complementó con piezas de colecciones privadas para que el público tenga una visión integral del arte mexicano, todo ello como parte del compromiso de la Secretaría de Cultura para acercar a las personas los acervos que dan cuenta del gran patrimonio artístico de nuestro país.

Por su parte, Agustín Arteaga señaló que esta exposición forma parte del gran proyecto de renovación de este espacio donde sus salas hoy permiten desarrollar discursos museográficos a la altura de los mejores recintos del mundo, además de mostrar acervos de gran valía, como el que forma parte de esta exposición que presenta el alto nivel de las expresiones mexicanas a través de los siglos.

Durante el recorrido, el curador Víctor Rodríguez explicó que la producción escultórica en México cultivó las técnicas de modelado, talla, cincelado y fundición, y estas piezas creadas en mármol, bronce, yeso, terracota, barro, piedra y madera perfilan principalmente un ejercicio de reconocimiento de la figura humana.

Agregó que la muestra abarca la hegemónica influencia del clasicismo grecolatino del siglo XVIII, también conocido como el Siglo de las luces, hasta llegar a las influencias nacionalistas de la primera mitad del siglo XX.

El público admiró piezas de gran valor histórico y estético, como la figura con la cual Manuel Tolsá modeló la estatua de Carlos IV, conocida como El caballito; la escultura Mercurio adormeciendo a Argos, realizada en 1854 por Felipe Sojo; la pieza tallada en piedra en 1906:Después de la huelga, de Arnulfo Domínguez Bello, y el escorzo femenino en mármol A pesar de todo, realizado en 1898 por Jesús Contreras.

La exposición incluye obras de Oliverio Martínez, Ignacio Asúnsolo, Fidencio Lucano Nava, José María Labastida, Manuel Vilar, Gabriel Guerra, Miguel Noreña y Luis Ortiz Monasterio, que conviven con óleos de gran formato, como la obra monumental El suplicio de Cuauhtémoc, realizado en 1893 por Leandro Izaguirre.