- En palabras del historiador Miguel Pastrana, la caída de Tenochtitlan y de Tlatelolco, en agosto de 1521, representó el pináculo de la colisión entre dos civilizaciones muy distintas: la mesoamericana y la mediterránea.
Por: Redacción/
Conocedor, de primera mano, de la destrucción hispana ejercida sobre México-Tenochtitlan, al haber exhumado los restos de su Templo Mayor, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma ha enumerado en variadas ocasiones los factores que condicionaron este hecho histórico, los cuales serán examinados desde la interdisciplina, con enfoques panorámicos y a corta distancia, en un seminario digital organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Impulsada por ambas instituciones, a través del Museo del Templo Mayor (MTM) y del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), el encuentro académico “Tenochtitlan y Tlatelolco: reflexiones a 500 años de su caída” se transmitirá los días 26 de febrero y del 1 al 5 de marzo, a partir de las 11:00 horas, por el canal INAH TV en YouTube. En su apertura y en su cierre se contará además con las disertaciones del director general del INAH, Diego Prieto Hernández.
Cada uno de los 20 investigadores partícipes, la mayoría adscritos a centros de investigación del INAH y de la UNAM, así como de las universidades Anáhuac, de Reims Champagne-Ardenne (Francia), de Extremadura (España) y de Arizona (Estados Unidos), caso de los doctores Marco Antonio Cervera, Bernard Grunberg, Francisco García Fitz y Michael E. Smith, presentarán sus aportes al tema desde la arqueología y la antropología, la historia y la etnohistoria, la lingüística o la filosofía.
En este seminario, enmarcado en la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el investigador emérito del INAH, Eduardo Matos, intervendrá en la reflexión conjunta de cada mesa y tendrá dos participaciones en el evento.
Los coordinadores del seminario virtual, la directora del MTM, Patricia Ledesma Bouchan, y el investigador del IIH, Miguel Pastrana Flores, detallaron que en cada jornada, entre cuatro y cinco expertos tratarán un par de factores detrás de la toma de las llamadas “ciudades gemelas”, empezando por los de tipo económico y político; el viernes 26 de febrero.
La siguiente semana continuará con la exposición de los factores de salud y problemas de traducción (lunes 1 de marzo); sociales y psicológicos (martes 2 de marzo), así como los militares (miércoles 3 y jueves 4 de marzo). El encuentro cerrará el viernes 5 con una mesa in memoriam del doctor Miguel León-Portilla, donde los especialistas hablarán de la importancia de las fuentes históricas y arqueológicas para el conocimiento de este suceso histórico.
En palabras del historiador Miguel Pastrana, la caída de Tenochtitlan y de Tlatelolco, en agosto de 1521, representó el pináculo de la colisión entre dos civilizaciones muy distintas: la mesoamericana y la mediterránea, cuyo impacto se dejaría sentir poco después a escala mundial, de ahí la importancia que tiene este hecho para la historia de uno y otro lado del océano Atlántico.
“Para ese entonces las grandes potencias eran los Imperios otomano y mongol; es un error decir que el Imperio español conquistó gran parte de América, simplemente porque no existía. Lo que conocemos sobre la expansión europea, lo que eufemísticamente llamamos ‘Occidente’, se da de forma paralela a su extensión sobre el nuevo continente, de manera que el Imperio español fue constituyéndose conforme su dominio sobre estos territorios.
“Francisco López de Gómara, cronista de estos hechos, señalaba que después del nacimiento de Jesucristo, lo más determinante para la humanidad había sido este choque. La Nueva España sería uno de los centros neurálgicos de esta expansión a escala global, hablamos lo mismo del intercambio de productos alimenticios y la innovación tecnológica en las expediciones navieras, que de la explosión microbiana, convirtiendo al mundo en un inmenso laboratorio”, precisó.
A su vez, Patricia Ledesma explicó que el seminario también reivindica el papel heroico de Tlatelolco como último reducto de los mexicas. Cabe recordar que, no obstante el menoscabo que les habían infligido tiempo atrás, imponiéndoles tributo, los tlatelolcas dieron refugio a los tenochcas que huyeron del sitio a su ciudad. Incluso, Hernán Cortés ofreció amnistía a Tlatelolco si entregaba al tlatoani Cuauhtémoc, oferta que rechazó por lealtad y con la cual selló un destino común con Tenochtitlan.
La investigadora del INAH sostuvo que si bien el proceso de la invasión española y del establecimiento de una nueva forma de organización política y social no empezó ni terminó con el asedio a ambas ciudades, sí debe reconocerse el papel de Tenochtitlan como eje fundamental sobre el que giraba buena parte de la vida mesoamericana.
Más allá de la politización a que da lugar esta historia –consideró–, “es buen momento para que la ciencia nos brinde luz sobre cómo y porqué ocurrió, para entender que la balanza entre las fuerzas de la coalición mexica y la española, con sus aliados indígenas, fue fluctuante dentro y fuera de ellas mismas”.
En este sentido, el seminario comenzará desde el aterrizaje de conceptos como los altépetl, el Imperio y los impuestos prehispánicos, para adentrarse en las disensiones de la nobleza nahua ante la llegada de los españoles, y el intento mexica por construir y reconstruir alianzas frente al ejército indoespañol.
La viruela y la palabra como elementos cruciales para la invasión, reparando en traductores como Malintzin; los presagios, la mentalidad de los conquistadores y del tlatoani Moctezuma Xocoyotzin (esta última analizada desde las narraciones del Códice Florentino); la guerra de conquista en el contexto medieval ibérico y según los mitos del determinismo tecnológico, además del análisis del poder naval en la afrenta, son algunos de los aspectos que se tocarán en las cinco mesas del encuentro.
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