Por. Redacción/
Hace poco más de un siglo, el arqueólogo Manuel Gamio generó un proyecto que unió el pasado de Teotihuacan con su presente, vinculando de una forma extraordinaria la indagación sobre la ciudad prehispánica con los quehaceres de sus poblaciones contemporáneas; partiendo del interés por saber si el sueño de Gamio se mantuvo o si en algún momento pobladores y zona arqueológica “tomaron caminos diferentes”, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) impulsa un gran proyecto para recoger 100 años de estudios en el sitio y, sobre todo, la memoria colectiva alrededor del mismo.
Los resultados de siete meses de trabajo, de la fase inicial de una iniciativa planteada tentativamente a tres años, fueron presentados en el Centro de Estudios Teotihuacanos (sede que ocupó la Escuela de Artes y Oficios promovida por Manuel Gamio), al director general del INAH, el antropólogo Diego Prieto Hernández, impulsor de este programa interdisciplinario que busca —en sus propias palabras— “hacer una antropología de la arqueología”.
El titular del INAH explicó que esta idea surgió en 2015, siendo coordinador nacional de Antropología, con el propósito de hacer una revisión de las investigación de la gran metrópoli del periodo Clásico, pero sobre todo retomar los principios de Gamio a fin de generar una conciencia compartida entre la institución y la gente de los municipios de San Juan Teotihuacan y San Martín de las Pirámides, a través de la implementación de una serie de acciones que hagan del patrimonio una vivencia del día a día.
La idea, dijo, es conjuntar dos efemérides importantes, por un lado el inicio en 1917 de las tareas del macroproyecto La población del Valle de Teotihuacan, y la publicación de una obra fundamental del también antropólogo Manuel Gamio: Forjando patria; de manera que hasta 2019 se irán desarrollando las distintas fases que engloba el Proyecto Evocando Teotihuacan: 100 años de memoria.
La iniciativa, que es un subproyecto de la Coordinación Nacional de Antropología, propone una investigación retrospectiva que recoja el trabajo de investigación e intervención emanada de diversas instancias del INAH, desde el arranque del citado macroproyecto de Gamio, hasta nuestros días; emprender una etnografía del contexto actual de las 11 poblaciones que componen los municipios mexiquenses referidos; y elaborar documentos audiovisuales al respecto. Esta última tarea a cargo del Archivo de la Palabra, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).
Todo ello, detalló el antropólogo Diego Prieto, para desembocar en “una propuesta concreta de vinculación y participación activa de las poblaciones que circundan la Zona Arqueológica de Teotihuacan (ZAT), con el INAH; que más tarde podría servir de proyecto piloto para otros sitios como Palenque, donde comunidad y vestigios arqueológicos no se explican uno sin el otro”. El caso concreto de Teotihuacan, abundó, “es una muestra de cómo el INAH enfrenta un conjunto de riesgos y desafíos de manera interdisciplinaria, tarea que no podemos hacer sin el concurso de la sociedad”.
Al respecto el doctor Hilario Topete Lara, responsable del Proyecto Evocando Teotihuacan: 100 años de memoria, hizo hincapié que éste busca retomar los lineamientos originales de Gamio, postulante de la investigación integral de Teotihuacan, tomando en cuenta la población aledaña, el territorio, la fisiografía, la educación y muchos otros aspectos, con la finalidad de proponer proyectos de mejoramiento de las condiciones de la población del valle.
¿Cómo es la convivencia entre los pobladores y el sitio, pasado un siglo?, es una de las preguntas centrales, y con el apoyo de estudiantes de la ENAH ya se recaban testimonios, orales y fotográficos, que más adelante darán lugar al Archivo Teotihuacan, 100 años de memoria. Una muestra de estos testimonios recogidos en un demo, fueron presentados en el acto y entregados a las autoridades municipales de San Juan Teotihuacan y San Martín de las Pirámides.
Las entrevistas incluyen las remembranzas, opiniones y conocimientos de personajes como el artesano de lapidaria Reyes Arenas y la pintora Marina Trujillo Noriega, vecinos de la zona arqueológica; a los investigadores Elvira Pruneda y Jesús Torres Peralta, o la periodista Ángeles González Gamio, nieta del célebre arqueólogo; unos cuantos, de miles de testimonios que se sumarán a este acervo documental que estará abierto al público a través del Archivo de la Palabra de la ENAH.
Teotihuacan: 100 años de memoria conjunta esfuerzos también de las coordinaciones nacionales de Arqueología y de Antropología, la Dirección de Operación de Sitios, la ZAT y el Centro INAH Estado de México.
La dirección del INAH en el Estado de México presentó un proyecto que trabaja con la colaboración de alumnos de las facultades de Arquitectura y de Filosofía y Letras de la UNAM, a través de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Intercultural, para rehabilitar el Teatro al Aire Libre que fue inaugurado en 1924 como otras de las acciones emprendidas por Manuel Gamio. De éste se hizo un primer diagnóstico y espera derivar en una restauración respetuosa, pero a la vez adaptada a las necesidades recreativas de las poblaciones cercanas.
Finalmente, la subdirectora técnica de la ZAT, Verónica Ortega, resaltó que Teotihuacan es una zona que no tiene un carácter industrial, agrícola ni ganadero; vive de y para el turismo (más de cuatro millones de personas la visitaron el año pasado); de ahí que el sitio arqueológico ha trabajado desde hace años, mediante talleres de capacitación y programas de divulgación, en formar niños y jóvenes como guardianes del patrimonio, puesto que el INAH es responsable de salvaguardar los vestigios de la antigua ciudad que se hallan dispersos en 3,300 hectáreas.
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