Por: César Dorado/

Después de que esta mañana su esposa Gundy Becker informará que la salud de su esposo se encontrara grave y declarar que “el momento ya se acerca”, esta tarde se ha confirmado la muerte del actor y cantante Gualberto Castro a los 84 años de edad.  “Vengo a informales que mi esposo acaba de fallecer”, fueron las palabras que Becker ofreció a los medios hace unos momentos afuera del hospital de los actores en la Zona Rosa de la Ciudad de México.

El cantante mexicano fue internado por una hipercalcemia-exceso de calcio en la sangre- que se complicó por una infección pulmonar por esporas y también problemas renales, mismos que se tuvieron que combatir poder iniciar las quimioterapias y combatir el cáncer de vejiga que se le había detectado en mayo, sin embargo, debido a su complicado estado de salud estas no pudieron realizarse.

Gualberto Castro fue uno de los mejores intérpretes mexicanos. Formó parte del grupo musical “Los Hermanos Castro”, quienes saltaron a la fama dentro de los Estados Unidos por temas como “Yo por ti”. Sin embargo, el éxito de su carrera se debió a sus actuaciones en solitario, pues su gran forma de cantar y componer, más una actuación escénica inigualable, lo llevaron a ganar gran popularidad en cines, teatros, clubes nocturnos y televisión.

Grabando un disco por año, el cantante fue descalificado de la III Edición del Gran Premio de la Canción Iberoamericana o Festival de la OTI con el tema “La Canción del hombre” que había sido ganadora, pero por haberla presentado anteriormente en la radio quedó fuera de la competencia. Dos años más tarde, el cantante fue ganador del mismo festival por la interpretación del tema de Felipe Gil “La Felicidad”, quien con 20 puntos arrasó con España, Colombia y Venezuela.

Años más tarde, y con una carrera musical consolidada, comenzó a participar en el programa cómico “La carabina de Ambrosio”, siendo co-protagónico juntos con el mago Beto “El Boticario” y la bailarina Gina Montes. En 1979 tomó el puesto de anfitrión del programa tras el abandono de César Costa y que le dio un sentido diferente al programa.

La vida y obra de Gualberto Castro impregnó en el corazón de muchos un mensaje de paz y armonía, pues su peculiar timbre de voz rompía las barreras de la balada romántica, llevándola hasta un límite inigualable, mientras que su comedia, ofrecieron risas y carcajadas a miles de hogares mexicanos