Por: Karen López
Día tras día cientos de personas transitan por los alrededores del Monumento a la Revolución, niños y no tan niños juegan en las fuentes y en la Plaza de la Constitución, pero ¿alguna vez te has preguntado cuál es la historia detrás de este monumento?, ¿qué es lo que te aguarda dentro de este singular edificio? En Mugs Noticias te presentamos un poco de su historia, así como un pequeño recorrido por sus instalaciones.
El Monumento a la Revolución fue edificado aprovechando parte de la estructura que en un principio iba a ser destinada al Palacio Legislativo. Proyecto desarrollado por el reconocido arquitecto francés Émile Bénard en 1897.
Con la Revolución Mexicana encima, el proyecto se suspendió abandonando la enorme estructura que ya se había levantado.
El arquitecto Carlos Obregón Santacilia rescató la obra inconclusa de Émile Bénard que tenía un gran valor arquitectónico. Reinterpretó la estructura y los espacios para otorgarles un nuevo significado: El uso de la plaza como espacio público en torno a la conmemoración de una revolución constante.
Al proyecto del Monumento se incorpora la valiosa colaboración plástica del escultor mexicano, Oliverio Martínez.
Su obra logra un mestizaje entre el arte prehispánico y el cubismo. Los temas de los cuatro grupos escultóricos que coronan los cuatro pilares del monumento, son: la Independencia, las leyes de Reforma, Agrarias y Obreras.
De 1970 hasta el año 2010, el monumento permaneció abandonado y en permanente desgaste, y fue hasta que, con motivo de la conmemoración de la Revolución Mexicana, el gobierno de la Ciudad de México decidió rescatar tanto el monumento como la Plaza de la República.
En cada una de las cuatro columnas se conservan los restos de algunos de los principales protagonistas de la Revolución Mexicana: Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Francisco Villa, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. En el interior de estas columnas existen escaleras para ascender al monumento e incluso una de las columnas conserva el llamado Elevador Presidencial, un ascensor que subía a la primera y segunda cúpulas.
Las obras escultóricas que debieron ornamentar el Palacio Legislativo, hoy en día están dispersas en la ciudad: las esculturas representando la Juventud y la Madurez en la entrada principal del Palacio de Bellas Artes, el Águila que remataba la cúpula en el monumento a la Raza y los leones que flanqueaban la gran escalinata de acceso en la entrada del Bosque de Chapultepec.
El Monumento a la Revolución Mexicana se encuentra ubicado en la Plaza de la República, entre Vallarta y Ramos Arispe, esquina Ponciano Arriaga s/n, col. Tabacalera, Del. Cuauhtémoc, México D.F.
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