Por: Montserrat Sánchez Maldonado
La colección de las 95 esculturas de cerámica titulada Duelo, del artista oaxaqueño Francisco Toledo, y de la cual, la museografía estuvo a cargo de la artista textil Trine Ellitsgaard, esposa del mismo. En ella muestra la temática de la violencia, los desaparecidos, las fosas clandestinas; lo podrido en México.
De acuerdo con un guía de la exposición, el artista reflejó en su obra Duelo, la violencia de los años 70, específicamente cuando nacía la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo de Tehuantepec (Cocei).
“Toledo había declarado que había hecho una serie de grabados llamada Libertad para Víctor Yodo, quien era líder de la Cocei, y que además había desaparecido y después fue asesinado (…), desde entonces no había retomado el tema, hasta ahora que está la crisis de desapariciones forzadas, especialmente en el estado de Guerrero” explica el guía del Museo de Arte Moderno (MAM).
Desde los años 1980, Francisco Toledo no se había dedicado de lleno a la cerámica de alta temperatura. El centenar de piezas que presenta el MAM son de factura reciente; el autor las ha trabajado durante 2015 en el Taller Canela del maestro ceramista Claudio Jerónimo López en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa).
De acuerdo con la página oficial del MAM; desde el punto de vista estético, hoy su aportación más expresiva a la cerámica es la paleta de rojos subidos, contrastados con tonos grafitos y ocres, que confieren al conjunto un acento dramático.
Para Francisco Toledo, la expresión artística sirve también para contribuir a la justicia. En fechas recientes, ha incorporado a su obra temas de actualidad política, la conciencia ecológica, por ejemplo, en la serie de esculturas relativa a la lucha contra el maíz transgénico. Creador de su tiempo, en esta nueva serie se inspira en los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y en la violencia que padece nuestro mundo contemporáneo.
La cerámica de alta temperatura, es una técnica que consiste en someter los materiales, a una cocción que va desde los 1200 a 1400 grados centígrados, el proceso otorga a las piezas estabilidad y dureza considerables al alterarse su composición molecular, ya que al ser sujetas a una o varias secciones de quema, reducen su nivel de porosidad.
“Se tiene que ser observador, para darse cuenta que algunas de las obras del escultor, forman la letra T, y no es precisamente por su apellido, sino que la obra está dedicada a las personas que perecieron en la masacre de Tlatlaya” señaló la persona a cargo del recorrido de la muestra.
Con base en declaraciones pasadas del artista, la pieza del zapato de hombre, alude al hecho ocurrido en el año 2006, en donde hubo inconformidad contra el gobierno de Ulises Ruiz, en el estado de Oaxaca; la ciudad estuvo tomada y de noche desaparecían personas. En varios caminos, se encontraban solamente zapatos abandonados.
Toledo ha trabajado con colorismo la acuarela, el óleo, el gouache y el fresco, la litografía, el grabado, el diseño de tapices, la cerámica o la escultura en piedra, madera y cera,
Siguiendo la tradición de algunos pueblos de Oaxaca, ciertos animales acompañan a las almas a cruzar los ríos de sangre.
La exposición de Duelo, estará hasta el 27 de marzo en el Museo de Arte Moderno, ubicado en Paseo de la Reforma y Gandhi s/n Bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México, de martes a domingo en un horario de 10:15 a 17:30 horas.
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