Por: Redacción
Hay otra manera de hacer las cosas, es la consigna bajo la cual nació Bartleby Editores, casa española independiente que comenzó a operar en 1998 con el propósito de competir contra las empresas comerciales, la cual forma parte del grupo de las 16 editoriales de Madrid invitadas a la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México.
La editorial fue presentada como una empresa que por dos décadas se ha abierto camino en el mercado editorial español, dando la oportunidad de publicar a las nuevas generaciones de escritores.
“Entre el año 2000 y 2001 definimos hacia dónde queríamos ir. Optamos por ser una editorial que se dedica a la traducción de textos en distintas lenguas y, especialmente, empezamos con poesía”, dijo el periodista español Pepo Paz, fundador de Bartleby Editores, quien recordó que el primer libro de poesía que tradujeron fue Piezas en fuga, de la canadiense Anne Michaels.
La editorial independiente comenzó a traducir autores estadounidenses y europeos, entre ellos William Faulkner y Riszard Kapuscinski. “Nos hemos dedicado también a buscar escritores destacados como novelistas, pero que en la intimidad les gustaba la poesía. Su poesía, de hecho, no es reconocida”, dijo Pepo Paz en referencia a los autores mencionados.
En 2008, cumplida su primera década, Bartleby Editores optó por imprimir más libros de estilo narrativo, idea que, según Pepo Paz era la original. “A nosotros nos interesa integrar a jóvenes, siempre hemos querido darle espacio a ellos. Es por eso que buscamos un equilibrio entre autores consagrados, cuando hablamos de poesía, y a jóvenes, cuando se trata de narrativa”.
Se refirió a la novelista y cuentista boliviana Giovanna Rivero como una de las más importantes jóvenes escritoras que publica la editorial, que fue reconocida con el Premio Municipal de Santa Cruz de Literatura en 1997 y en 2005 recibió con el Premio en Cuentos Franz Tamayo por su texto La dueña de nuestros sueños.
“Lo que queremos es que nuestros libros lleguen a mercados como el de Argentina o el de México. Cuando entablamos diálogo con otras editoriales es significativo, porque así sabemos cómo llegar a los mercados extranjeros e intercambiamos nuestra oferta”, mencionó el también periodista e hizo énfasis en que el proceso de comunicación entre editoriales beneficia la calidad del producto que llega a los lectores.
Celebran en la FIL Zócalo 2016 los 40 años de la revista Proceso
“40 años haciendo historia” se titula el ejemplar conmemorativo de la revista Proceso que fue presentado por Rafael Rodríguez Castañeda, Lorenzo Meyer, Julio Scherer Ibarra y Jorge Carrasco en el Foro Gonzalo Rojas de la XVI edición de la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México, quienes aprovecharon para hablar sobre las vicisitudes que han definido al semanario.
La revista Proceso fue fundada el 6 de noviembre de 1976, entre otros por los escritores y periodistas Julio Scherer, Vicente Leñero y Enrique Maza, después de la salida de Scherer del periódico Excélsior.
“Creo que Proceso cumple 40 años no de existir, sino de ser siendo, de ser existiendo, de ser vigente, de romper paradigmas que en su momento aferraban a la prensa nacional, y de atreverse a desafiar al gobierno”, afirmó su director, Rafael Rodríguez Castañeda.
El historiador Lorenzo Meyer calificó como “una anomalía” a la publicación, ya que “una revista como Proceso no debería existir porque nació en medio de un sistema autoritario, y los sistemas autoritarios no pueden permitir la existencia de medios masivos independientes. Proceso no nace con la anuencia del poder ni con la tolerancia, nace enfrentando al poder”.
La revista acumula 2080 ejemplares publicados, pero en esas cuatro décadas no todo ha sido fácil. Sobre ello habló el periodista Jorge Carrasco, quien afirmó que “sí hay qué celebrar, pero también hay que ser conscientes de lo que somos y de lo que ha pasado, como el asesinato de Regina Martínez, los secuestros que han padecido compañeros del interior del país, agresiones y amenazas en redes sociales, que han definido nuestro carácter”.
Agregó que lo que ha ocurrido con Proceso en los últimos años ha demostrado que los periodistas “no tenemos que variar nuestra posición ante el poder. Pocas revistas en el mundo como Proceso —un medio impreso que vive de lo que vende, que a pesar del acoso físico y económico, a pesar del intento de generar vacíos en torno a la información generada—, sigue siendo lo que es desde un principio, lo que definieron los tres fundadores de la revista, un medio decidido”.
Julio Scherer Ibarra recordó a su padre y a los otros dos fundadores, a quienes se refirió como “tres hombres que optaron por enfrentar unidos la adversidad, más allá del compromiso asumido ante la sociedad de la que formaban parte, de sus lectores a los que entregaron sus esfuerzo íntegro”.
“A mi padre, Julio Scherer, lo caracterizaron la pasión y la firmeza; a Vicente Leñero, la bondad y la compresión; a Enrique Maza, el amor al prójimo y el perdón. Leales a su persona y su oficio, honestos sin la menor sombra de duda, inteligentes, valerosos, libres, formaron el triángulo perfecto que se complementó e impulsó a los demás para seguir siempre adelante en su arrebatada vocación por la verdad”, expresó.
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