Por: Redacción
El narrador, poeta, periodista y dramaturgo Eusebio Ruvalcaba, falleció ayer martes 7 de enero a la edad de 65 años. Dedicó gran parte de su vida a estudiar y escuchar atentamente la música, así como a escribir numerosas críticas literarias en revistas y publicaciones periódicas.
“Las letras mexicanas han perdido a uno de sus más notables exponentes. Lamento el deceso de Eusebio Ruvalcaba, mis condolencias a sus deudos”, escribió en su cuenta de Twitter la titular de la Secretaría de Cultura, María Cristina García Cepeda.
El autor nacido en la ciudad de Guadalajara el 4 de septiembre en 1951, se dedicó a escuchar música “cabal y rotundamente”. En su blog personal explicaba que en cuanto podía ofrecía cursos de apreciación musical, leía correspondencia amorosa de Schumann, los apuntes de Beethoven y las cartas de Mozart a su prima Tekla.
Fue autor de varios títulos. Escribió las novelas Un hilito de sangre (1991), Desde la tersa noche (1994), Los ojos de los hombres (2008). En el género del cuento destacan ¿Nunca te amarraron las manos de chiquito? (1990), Al servicio de la música (2007), Pocos son los elegidos perros del mal (2011).
También su pluma escribió poesía, como Con olor a Mozart (1998), El argumento de la espada (1998), El frágil latido del corazón de un hombre (2006); y en ensayo Primero la A (1997), Una cerveza llamada Derrota (2007), Con los oídos abiertos (2001), y Las cuarentonas (1998).
Fue colaborador de periódicos, revistas y suplementos culturales. Se desempeñó como editor de la página literaria La Furia del Pez, director del suplemento cultural del diario Tribuna, corrector de estilo de la sección cultural de El Financiero y coordinador cultural de la revista Vértigo.
Colaboró en Casa del Tiempo, Cronopio, El Día, Heterofonía, Jazz, La Mosca en la Pared, La Semana de Bellas Artes, Milenio, Ovaciones, Péñola, Punto, Revista Mexicana de Cultura, Summa, El Nacional y Tiempo Libre.
Coordinó talleres y ofreció conferencias de creación literaria, apreciación musical y periodismo cultural. Obtuvo becas del INBA/FONAPAS, en poesía (1978); en narrativa (1979); y del Centro Mexicano de Escritores, en teatro (1981). Formó parte del Sistema Nacional de Creadores del Fonca.
Hijo del violinista Higinio Ruvalcaba y de la pianista Carmen Castillo Betancourt, se le reconoció su obra con diversos premios y distinciones, entre ellos el Premio Nacional Agustín Yáñez 1991 por su primera novela Un hilito de sangre; el Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí 1992, el Premio Internacional de Cuento Charles Bukowski 2004, así como la presea Sor Juana Inés de la Cruz en 2008.
En escena se ha montado su obra La visita (1986) y su novela Un hilito de sangre fue filmada en 1995 por Erwin Neumayer. En 2011 se le hizo un homenaje en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
En su blog, el autor escribió de sí mismo: “Pese a que se gana la vida escribiendo en diarios y revistas, él vino al mundo a escuchar música. Y a hablar sobre música. Y a escribir sobre música”.
Sus restos serán velados este miércoles en la funeraria García López Casa Tlalpan.
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