Por: Redacción 

En medio del horror que los exilios y la migración producen, es oportuno el Certamen Internacional de Cine Documental sobre Migración y Exilio (CEME-DOC), porque ofrece la posibilidad de “abrir los ojos”, expuso el Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, al inaugurar este 22 de noviembre la segunda edición del concurso organizado por el Centro de Estudios de Migraciones y Exilios (CEME).

En el Centro Cultural de España —una de las sedes del concurso que incluye 14 películas y concluirá el 29 de noviembre—, el funcionario capitalino destacó que los documentales se han convertido en una herramienta poderosa para comprender los procesos migratorios, pues permiten entender el contexto, provocan empatía, generan conciencia y se reflexiona sobre las políticas migratorias.

“La historia de la humanidad es la historia de migraciones, desde nuestros antepasados que salieron de África hasta el día de hoy, pero lo que atravesamos en este momento es diferente, porque la globalización y el capitalismo han originado un fenómeno muy particular, donde pueden circular las mercancías libremente, pero no los seres humanos”, apuntó.

Ante la presencia de la Directora del CEME, Alicia Alted Vigil; del Director Artístico del CEME-DOC, Jorge Moreno Andrés; la Subdirectora de Promoción Cultural del Centro Cultural de España, Sofía Mata, y el Director de Canal 22, Ernesto Velázquez, Eduardo Vázquez advirtió que las políticas migratorias buscan reducir a su mínima expresión los protocolos humanos.

“Estados Unidos necesita de la mano de obra migrante, pero las políticas lo único que están garantizando es la humillación y la expulsión. Esta situación también ocurre en Europa”, indicó el Secretario de Cultura capitalino.

Luego de hablar sobre la política migratoria extranjera, el Secretario de Cultura puso énfasis en lo que ocurre en México. “Tendríamos que estarnos preguntando cómo vamos a recibir a quienes sean expulsados, ¿no tenemos nada que ver con los migrantes sirios, árabes o haitianos? ¿Cuál es nuestra política ahora?”, cuestionó.

En ese sentido, conminó a que México “abra los brazos” y cree políticas que permitan la protección de los migrantes, pues recordó que los desplazamientos son trágicos, pero al mismo tiempo traen beneficios, como la aportación que hizo el exilio español a la cultura mexicana en la década de 1940 durante el gobierno del Lázaro Cárdenas.

En la inauguración ─que inició con la proyección del largometraje Tempestad, de Tatiana Huezo, y con el conversatorio moderado por Elena Poniatowska para reflexionar sobre la cinta─, Jorge Moreno Andrés, Director Artístico del certamen, comentó que la muestra busca visibilizar el exilio y el éxodo a partir del formato cinematográfico.

“Esta semana representa una ocasión para el encuentro con la diferencia y la reflexión, reflexión que gira alrededor de esos actores sin rostro en la política exterior y que en los medios se torna invisible; es decir, el inmigrante como sujeto, como protagonista; un retrato vivo de nuestro tiempo”, indicó.

Sobre el objetivo del certamen, comentó que ante las políticas actuales, proyectos como CEME-DOC cobran importancia en casos como la xenofobia. “Debemos detener la retórica fascista, nuestra vocación es la búsqueda de construirnos más allá de las ideologías y desde la condición del cine es un documento social que puede crear conciencia y ayudar a romper muros”, expresó.

Para darle mayor difusión al certamen, indicó que los documentales se proyectarán de manera gratuita en la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) Aragón ─recinto de la SCCDMX─, en la Filmoteca de la UNAM, en el Cine Lido y en el Cine Villa Olímpica; mientras que en el Centro Cultural de España y en el CEME habrá una serie de conversatorios y proyecciones especiales sobre el fenómeno migratorio.

Moreno Andrés también mencionó que este año se recibieron 640 propuestas de más de 90 países, de las cuales se escogieron 14 documentales —provenientes de México, Francia, Bélgica, España, Suiza, Eslovaquia y Jordania—, que muestran la fragilidad del tejido social, como la película mexicana Tempestad.

Y agregó: “Pero en el certamen también hay sitio para la esperanza, hay películas hechas por niños que quieren mostrar al mar no como una frontera, sino como una metáfora, y hay largometrajes donde aprender un idioma se convierte en una forma de resistencia”.

Los documentales seleccionados son Memories of The Sensitive Sea and City, del Instituto Milá i Fontanals (España); El lugar de las fresas, de Maite Vitoria Daneris (España), District zero, de Pablo Iraburu, Jorge Fernández y Pablo Tosco (España); Fátima, de Nina Khada (Francia); L’abri, de Fernand Melgar (Suiza), y Tempestad, de Tatiana Huezo, (México).

También están Where There is no Point, de Florinda Ciucio (Bélgica); No Cow in The Ice, de Eloy Domínguez (España); To The Forest of Clouds, de Robin Hunzinger (Francia), O Futebol, de Sergio Oksman (España); One Minute, de Dina Naser (Jordania); Stony Paths, de Arnaud Khayadjanian (Francia); The Nest, de Kristina Leidenfrotová (Eslovaquia), y Tout le Monde Aime le Bord de la Mer, de Keina Raquel Espiñeira (España).

Luego de que el jurado valore los 14 documentales, el viernes 25 se dará a conocer la película ganadora, cuyo realizador recibirá 2 mil euros y habrá una mención especial que se premiará con 500 euros.