Por: Redacción
Cuando la danza trasciende al cuerpo y es el alma la que la motiva, las limitaciones físicas desaparecen. Ejemplo de ello es María Fux, bailarina argentina que a sus 93 años imparte clases de danzaterapia en las que despierta una nueva forma de sentir y muestra que al cuerpo nada lo detiene.
Su labor de enseñanza es llevada a la pantalla por el cineasta italoesloveno Ivan Gergolet en el documental Danzar con María (Italia-Eslovenia-Argentina, 2014), que se estrenará el próximo viernes 18 de diciembre en la Cineteca Nacional.
El largometraje cuenta con un recorrido por festivales internacionales, como los de Mar del Plata, Tesalónica, Guadalajara y Venecia. En este último recibió el Premio Cinematográfico Civitas Vitae Prossima.
Se trata de la ópera prima de este joven director, quien introduce al público en la intimidad del estudio –ubicado en el corazón de Buenos Aires– en donde por décadas María Fux ha enseñado a sus alumnos el arte de la danza, a través de un método diseñado por ella misma, basado en la simbiosis de los ritmos propios e internos del cuerpo con la música.
Ivan Gergolet refiere en entrevista con la Cineteca Nacional que más allá de enfocarse en la coreógrafa, se encuentra su interés por mostrar a los alumnos dentro del estudio “una experiencia corporal que tiene la capacidad de cambiar algo dentro del alma de las personas”.
La realización de la película duró cuatro años, durante los cuales se presentaron diversos retos. La filmación comenzó en 2010, sin embargo, después de las primeras semanas de rodaje el director no estaba satisfecho con el material grabado, por lo que él y su equipo decidieron tomar las clases con María.
“Ella nos abrió las puertas cuando vio que estábamos dispuestos a entrar en su mundo dejando las cámaras. Después también estuvo dispuesta a entrar a nuestros espacios que son los de la película”, destacó el cineasta.
En el filme se muestran personajes incidentales, como una mujer que sufrió polio, algunos invidentes o sordos que danzan a la par de decenas de alumnos con o sin impedimentos físicos. También está Martina Serban, alumna de María y esposa de Ivan Gergolet, quien provocó el encuentro entre el director y la bailarina.
Ya cerca de la danza por su relación con Martina, Ivan Gergolet expresó que se trataba de algo desconocido, “no vengo del mundo de la danza y no pertenezco a él, por eso fue como descubrir un mundo nuevo en el cual empecé a moverme como un niño”.
La banda sonora fue compuesta por Luca Ciut y cada una de las piezas fue elaborada en presencia del director en extenuantes sesiones orquestales, interpretadas por grandes músicos de Trieste, Italia.
La película ha impactado a la comunidad dancística, pues alumnos de María Fux alrededor del mundo, han realizado grandes actos artísticos –incluso en las calles e inmediaciones de los cines– en torno a las funciones o estrenos que éste ha tenido en diversos países de Europa y América Latina.
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