Por: Redacción
Porque el futbol no sólo consiste en prender el televisor o sentarse en un estadio y ver a 22 hombres corriendo detrás de un balón, sino también porque el futbol contiene una magia que la mayoría de las personas percibe, porque despierta en el ser humano sus más bajas pasiones, David Ostrosky, Miguel Pizarro, Ricardo Rojas y Julio Camejo presentan: “Fuera de lugar”.
Escrita por el dramaturgo ensayista y narrador mexicano Hugo Alfredo Hinojosa, quien obtuvo el Premio Nacional Bellas Artes de Literatura en 2012, la obra fue solicitada por el actor Ricardo Rojas y el dramaturgo la escribió en sólo 15 días. “Es una obra que plantea todas esas cosas que sabemos acerca del futbol, pero que nadie dice; sin embargo, no está hecha para especialistas en este deporte, cualquier persona puede comprender perfectamente la trama y, sobre todo, no maneja un tratado profundo del tema, sino que es una obra con mucha comedia, el espectador se va a divertir mucho y se va a identificar de alguna manera”, explica el actor y coproductor Ricardo Rojas.
A partir del 3 de abril y hasta el 27 de junio, a las 20:30 horas de los lunes y martes el teatro Milán recibirá esta obra a cargo de uno de los mejores directores, el único mexicano que ha triunfado en off Broadway a decir de Rojas: Víctor Weinstock.
En “Fuera de Lugar” podrá apreciarse el lado obscuro del futbol, el lado b digámoslo así, el cual es un pretexto para darse cuenta en lo que se ha convertido la humanidad, donde todos se aprovechan de todos sin importar nada ni a que costo consiguen sus objetivos, señaló Rojas.
De acuerdo con la trama de “Fuera de lugar”, Josué “El avestruz” Fernández (interpretado por Miguel Pizarro), quien actualmente se desempeña como un publirrelacionista es el eje de la narración. Serán sus recuerdos y reflexiones las que le dan rumbo al montaje, mediante el cual puede verse la evolución de un hombre talentoso, un joven que tenía todo para triunfar en el arte del balompié, pero al que el mismo medio, que es una vorágine espantosa, le cortó las alas y terminó convirtiéndose en un publirrelacionista fracasado.
“Uno de los momentos más recurrentes y obscuros del futbol es el tema de los representantes o promotores o como se les llame a estos personajes; ¿cómo le hacen?, ¿quién conoce su negocio?, su contubernio con técnicos, directivos, el poder que concentran, el porcentaje altísimo de dinero que reciben por cada movimiento de jugador, cómo manejan el fichaje de cada jugador. Todos estos personajes son muy oscuros y aquí salen a la luz”, explica Rojas.
La obra transcurre alrededor de los 4 personajes que conforman el elenco. Otro de ellos es Chava “La Ostra” Martinoli, que representa precisamente ese mundo de los promotores, “hay muchos incluso avalados por la FIFA, y esto precisamente es lo que este personaje, interpretado por David Ostrosky, señala Rojas”.
“Otro personaje es Otto “El muñeco” García, que encarna Julio Camejo. Se trata de una estrella en decadencia, es la estrella que todo mundo quiere, desea tocarlo, estar con él, que salga en todas las portadas de las revistas, el problema es que está terminado su vida productiva, o sea se está haciendo viejo, entonces está buscando retirarse con muchos vítores”.
El cuarto personaje es Eduardo “El Pitón” Campos, un jugador en ascenso, el típico chavo que proviene del llano, de los campos, con el sueño de poder debutar en un gran equipo de futbol.
La trama se desarrolla a partir de que estos 4 personajes pasan todo un día juntos, no es cualquier día, es el día del draft de futbol, la compra-venta de piernas. Para Ricardo Rojas “es pues el más terrorífico mercado de futbolistas donde literalmente se les ve como si fueran carne, ganado, en el que los mismos directivos escogen tu futuro”.
“Es una obra con la que los espectadores se van a divertir mucho. La dirección es muy buena, en manos de Weinstock, visualmente está lleno de luces bien planeadas, la iluminadora es Alejandra Escobedo, la escenografía corre a cargo de Fiama Díaz, y la magia de Manuel Rocha, el reconocido multisonidista que nos hace sentir la energía del estadio, por ejemplo”, señala Ricardo Rojas.
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