Por: Redacción
Manuel Bolom Pale se convirtió en el primer escritor tzotzil en recibir el Premio Nezahualcóyotl de Literatura Poesía Oral en Lenguas Mexicanas, galardón que dedicó “a los pueblos originarios y su riqueza cultural que de manera cotidiana la practican y forma parte de nuestro futuro; ellos son verdaderamente nuestros protagonistas”, expresó.
En la ceremonia de entrega de este premio por su obra Sk´inal xikitin: K´opojel yu´un nupunel (Fiesta de la chicharra: un discurso ceremonial para matrimonio), el poeta, narrador y ensayista de Huixtán, Chiapas, agradeció al jurado por reconocer esa poesía que, señaló, “surge de la entraña de nuestra geografía chiapaneca”.
El Palacio de Bellas Artes abrió una vez más sus puertas a la literatura de los pueblos originarios y el escritor tzotzil aseguró que nada podrá cortar las alas de la palabra florida, “a pesar que acontece en los pueblos originarios. La palabra sigue, busca otras veredas, otros atajos para no toparse un hasta aquí”.
Al recibir el galardón, consistente en un diploma, una estatuilla, la publicación de la obra y el premio de 150 mil pesos, Manuel Bolom aseguró que “el ser humano está dentro de su corazón y fuera de su lengua; la palabra florida es un movimiento hacia los otros y con nosotros, pero cómo prender como lumbre la lengua si tanto tiempo nos dijeron que no la utilizáramos”.
Sin embargo –destacó– la palabra florida, la de nuestros abuelos, es la que nos forma, nos ilumina en los rituales y los caminos; nos nombra y habita la realidad en estos tiempos presentes, pues va tejiendo una dialéctica aquí y allá, despuntando la pluralidad de miradas. Escribir en tzotzil y en castellano implica mover las fronteras culturales.
Al entregar el Premio Nezahualcóyotl, Alejandra Frausto, directora general de Culturas Populares (DGCP) de la Secretaría de Cultura, afirmó que Manuel Bolom es un ejemplo para su comunidad y un aliciente para los jóvenes que demuestra que preservar el patrimonio, la lengua y las tradiciones, vale la pena.
Alejandra Frausto citó al sociólogo Rodolfo Stavenhagen (Francfort, Alemania, 1932 – Ciudad de México, 5 de noviembre de 2016), quien señalaba que “los derechos relacionados con el idioma son un elemento esencial de los derechos culturales en virtud de las normas internacionales de derechos humanos” y pidió un minuto de aplausos en su memoria; reconoció asimismo el trabajo del escritor tzotzil por defender su cultura y su palabra y por crear con ella.
Juan Gregorio Regino, director de Desarrollo Intercultural de la Dirección General de Culturas Populares, recordó que el Premio Nezahualcóyotl, instituido en 1993, es resultado de una política pública en materia lingüística que reconoce el derecho a la preservación y al desarrollo de las lenguas de los pueblos originarios.
Ante asistentes como el legislador Jorge Toledo, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas del Senado de la República, y funcionarios del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y la Secretaría de Educación Pública, señaló que la literatura en lenguas originarias contribuye a la cultura no sólo nacional, sino también a la universal.
Y es que, destacó, “estas obras nos muestran escenas, contextos, estados de alarma, memorias, retratos, bosquejos y conceptos diversos y sus creadores son sujetos poéticos, protagonistas de su quehacer que recogen en primera voz y dan a conocer los sentimientos e ideales, así como lo que ocurre en la vida cotidiana y ritual de sus pueblos”.
Manuel Bolom fue reconocido con el Premio Nezahualcóyotl de Literatura Poesía Oral en Lenguas mexicanas por su obra Fiesta de chicharras, poemario que aborda el discurso ritual para el matrimonio, al solicitar una pareja y así pasar a formar parte plena de la colectividad.
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