Por: Redacción/
En la joya arquitectónica que perteneció al fotógrafo José Ezequiel Álvarez Tostado ─ubicada en Mina 150, colonia Guerrero─, la asociación civil Escritores en Lenguas Indígenas (ELIAC) tiene a partir de este 8 de diciembre su sede, donde albergará la Biblioteca Carlos Montemayor.
Gracias al impulso y gestión del filósofo y escritor Miguel León-Portilla, el Gobierno de la Ciudad de México —a través de la Autoridad del Centro Histórico y del Fideicomiso del Centro Histórico de la CDMX─ hizo entrega del inmueble que fue propiedad de Álvarez, quien retrató la Revolución Mexicana.
“Ahora florece ya en su casa la palabra, el canto y también la pintura y la escritura”, señaló en náhuatl y en español León-Portilla, luego de agradecer el interés de la familia Álvarez Tostado, de la Autoridad del Centro Histórico, Jesús González Schmal, y del Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, quienes estuvieron presentes en la entrega.
“Las palabras vuelan, los escritos permanecen, por eso quiero decir que es maravilloso que esta casa exista. Tuve la fortuna de participar en la Unesco representando a México y al regresar aquí, con mi querido amigo Natalio Hernández, quien ha sido alma de todo esto, me tocó que la Unesco apoyara el proyecto”, añadió el experto en materia de pensamiento y literatura náhuatl.
El autor de México-Tenochtitlan, su espacio y tiempos sagrados celebró que el edificio se destinara a la asociación civil ELIAC, que tendrá entre sus tareas continuar con la producción editorial en lenguas originarias, reunir obras y tener una biblioteca especializada para rescatar las lenguas indígenas y convivan con el español.
“Somos herederos del mundo mesoamericano y la otra herencia es la hispánica, no tenemos por qué considerarla antagónica. La Conquista fue dolorosa, fue terrible, pero la presencia hispánica que se renovó con la inmigración después de la guerra civil dejó una huella también muy profunda en México”, expresó Miguel León-Portilla.
A nombre de la familia que entregó en comodato el inmueble al Gobierno de la CDMX, Carlos Gómez Álvarez Tostado señaló que desde su concepción su abuelo buscó que la casa hecha por el arquitecto Federico Mariscal plasmara los principios nacionalistas impulsados por José Vasconcelos para que sirviera como taller de fotograbado.
“En estas paredes salían las placas de los linotipos para la prensa mexicana, aquí fue donde se hicieron las primeras imágenes periodísticas a color del país. En este recinto hubo la visita de artistas como el Dr. Atl, de políticos y miembros de la sociedad que ya habían hecho de este lugar un centro de reunión y de impulso a la cultura mexicana”, comentó.
Para Gómez Álvarez Tostado, la inauguración del inmueble como sede de los escritores en lenguas indígenas significa el rescate del espacio para la cultura del país, “donde como en sus orígenes confluyen nuevamente poetas, historiadores y personajes de la vida pública”, dijo.
Jesús González Schmal, Autoridad del Centro Histórico expuso que la entrega del edificio es muestra de la intensa vida cultural que se lleva a cabo en la CDMX y es motivo de orgullo hacerlo durante este año que el Centro Histórico celebra el trigésimo aniversario de haber sido declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
También destacó que la Constitución de la Ciudad de México consagra en el artículo 2 el derecho a la cultura. “La Ciudad de México es intercultural, tiene una composición plurilingüe y pluricultural sustentada en sus habitantes, sus pueblos y barrios originarios, históricamente asentados en sus territorios; se funda en la diversidad de sus tradiciones, de expresiones sociales y culturales”.
Indicó que la misión de la Ciudad de México es recuperar su denominación originaria, para “proyectar su realidad futura como capital política y cultural de la República, no sólo por su avanzada legislación, sino también por su moderna consolidación de los principios del derecho a la ciudad”, abundó.
Durante la entrega del inmueble también estuvieron presentes el presidente del Consejo Directivo de ELIAC, Jaime Chávez Marcos, y el ministro de la Suprema Corte de Justicia José Ramón Cossío Díaz.
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