Redacción

México ocupa el penúltimo lugar en consumo de lectura entre 108 países del mundo; en promedio, un mexicano lee menos de tres libros al año, en comparación con Alemania donde la cifra se eleva a 12, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El diputado Fernando Uriarte Zazueta (PRI) impulsa reformas a la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, a fin de que el Programa de Fomento para el Libro y la Lectura, correspondiente a las secretarías de Cultura y de Educación Pública, incluya en sus políticas y estrategias la celebración anual del Día Nacional del Libro y la Lectura y la Jornada Nacional Semanal de Fomento del Libro y la Lectura.

La reforma a los artículos 6 y 14 de la norma en mención, establece que el Consejo Nacional de Fomento para el Libro y la Lectura, deberá incluir entre sus integrantes a los presidentes de la comisiones de Cultura y Cinematografía, y de Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados.

Así también a los titulares de las secretarías, consejos o institutos de cultura y/o educación de las entidades federativas y de la Ciudad de México. Esto, a fin de aumentar los esfuerzos por mejorar el consumo a la lectura y abatir el déficit que actualmente padecemos, acotó el legislador.

El documento detalla que, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Lectura 2012, realizada por la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura, AC, se observó una disminución del 10 por ciento en el número de lectores de libros, de 2006 a 2012, lo que significa que más de la mitad de la población no lee libros.

El número de libros leídos al año es de 2.94 por persona y, aunado a ello, también disminuyó la asistencia a bibliotecas.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Prácticas de Lectura 2006, realizada por el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), indicó que cerca de la tercera parte de los entrevistados afirmó leer sólo 2 horas o menos a la semana y poco más de la quinta parte, 21.3 por ciento, entre tres a cinco horas, mientras que 16 por ciento aseguró que lee de 6 horas a más.

Poco más de la mitad, 54.3 por ciento, declaró no haber comprado al menos un libro al año y cerca de la tercera parte, 29.4 por ciento, expresó que compró de uno a cinco libros; en tanto, sólo uno de cada 10 respondió adquirir de seis o más libros al año.

El legislador destacó que se requieren desarrollar programas específicos que promuevan y apoyen el hábito de la lectura, así como estimular a padres y maestros a promoverla, además de equipar escuelas a través de bibliotecas escolares y de aula, poniendo a disposición de los alumnos una amplia variedad de títulos de acuerdo a su edad.

Detalló que uno de los factores que nos permiten evaluar el grado de cultura que tiene una población determinada es su índice de lectura. Incluso, estudios confirman que la importancia de la lectura radica en su aportación al desarrollo político, económico y social de las naciones.

“La lectura es una actividad irremplazable para desarrollar a niñas, niños, adolescentes y adultos productivos y activos, cualquiera que sea el soporte de los escritos, por lo que es imprescindible contar con políticas de Estado a su favor, a fin de beneficiar a la población”, agregó.