Por: Redacción
La retrospectiva Violencia y pasión, del pintor alemán Otto Dix (2 de diciembre, 1891– 25 de julio, 1969) integrada por más de 160 obras, entre 56 pinturas (38 óleos, 16 acuarelas, dos gouaches), 87 grabados y 19 dibujos, entra a su última semana de exhibición en el Museo Nacional de Arte (Munal) de la Ciudad de México.
El montaje que se exhibe en el marco del Año Dual México – Alemania- desde el pasado 12 de octubre de 2016, impresiona y provoca a los espectadores al encontrarse frente a cuadros realizados entre 1913 y 1969 que documentan violencia y trauma, visiones del fin del mundo, muerte y salvación, así como diversas facetas de la vida en las grandes urbes.
Uno de los visitantes impresionado con la propuesta de Otto Dix fue Alberto, un estudiante de la carrera de arquitectura que por interés de su novia en la propuesta visual del artista internacional, decidió visitar la muestra.
“Debo confesar que no conocía la obra de Otto Dix, me parece es espléndida y me asombró totalmente. Es una exposición sumamente vasta, hay obras muy importantes de él de diferentes técnicas y un recorrido de su vida, a diferencia de otras exposiciones de otros artistas que sólo presentan sus primeras obras”.
El joven de 22 años manifestó que la manera tan clara y cruda de presentar el pintor el tema de la guerra, refleja su necesidad como buen artista de plasmar lo que vivió y vio al estar al frente de batalla, en la Primera Guerra Mundial. “Esta temática la muestra de forma contundente, así como la posguerra”, apuntó.
Visitantes entre jóvenes y adultos recorren la muestra, encontrándose frente a cuadros que dejan en claro la necesidad que tuvo Otto Dix de retratar su realidad vivida en las primeras décadas del siglo XX: el siglo de los extremos en Europa, marcado por las dos guerras mundiales, la cultura de la República de Weimar y la división política alemana después de 1945.
En el recorrido también se puede observar la diversidad de estilos y la postura crítica que asumió el artista frente a su época, su experimentación con las vanguardias artísticas y sus vivencias durante la guerra, permitiéndole encontrar su propio lenguaje plástico para situarlo como uno de los representantes más importantes del expresionismo y de la nueva objetividad alemana.
Otto Dix. Violencia y pasión es la primera retrospectiva que se realiza del artista, cuyos temas son vigentes al igual que hace 100 años: la guerra, la violencia, las experiencias traumáticas, documentando las tensiones y transformaciones de la sociedad.
“Los dibujos de Dix desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial, sus grotescos retratos de una sociedad decadente durante los dorados años veinte y sus descripciones de urbes y personajes siguen vigentes y se prestan para reflexionar, a principios del siglo XXI, sobre los quiebres y dislocaciones en nuestras sociedades”, explica un guía del museo, mientras sitúa a un grupo de personas frente a una obra en la técnica de aguafuerte Streichholzhändler (Vendedor de cerillos), 1920.
Esta exposición fue planeada específicamente para ser presentada en México bajo la curaduría original de Ulrike Lorenz, directora de la Galería de Arte de Mannheim (Kunsthalle Mannheim) y especialista en Otto Dix, quien ordenó los periodos de creación esenciales del artista en siete núcleos temáticos, de manera que se hace visible el enorme desarrollo de ejes e ideas en la relación conflictiva entre los motivos y las formas de expresión.
“Fue un artista especial que vivió tiempos muy duros, un documentalista, analista y crítico que tuvo en sus temas recurrentes a la guerra, el retrato, el desnudo y la sociedad berlinesa. Es un artista fuerte que podemos entender en todos los países”, consideró Santiago Cortés, uno de los visitantes a la exposición.
El núcleo Voluntad de arte. La dialéctica de Eros y Tánatos exhibe los trabajos tempranos del artista donde se pueden ver dibujos con motivos eróticos, cristianos y míticos. En El fin del mundo. El trauma de la Guerra Mundial se pueden apreciar más de 30 cuadros y 50 grabados en los que se muestra el doloroso contexto de la Primera Guerra Mundial: paisajes bombardeados, trincheras con cuerpos inertes, soldados mutilados en espera de regresar a casa o en momentos de distracción en cantinas y burdeles.
Otros módulos son Muerte y resurrección. La realidad como construcción, que da cuenta de la miseria, lucha de clases y la sociedad alemana de la posguerra, y El rostro del tiempo. En el espejo de la época, donde queda de manifiesto la calidad como retratista de Otto Dix.
En Eros en la metrópolis. Cuerpo y sociedad, se puede apreciar la fascinación del artista plástico por la diversidad figurativa y la fuerza expresiva de la apariencia femenina, mientras que en Visión de la realidad. Verismo y alegoría, se observa el interés del artista en crear enigmáticas imágenes híbridas y sus tendencias alegóricas y filosóficas.
La muestra cierra con el módulo La guerra y la paz. En la Europa dividida, en la que se ven obras de experimentación con otras técnicas del artista. Ahí el espectador se encontrará con la última pintura del artista, creada el mismo año de su muerte, Autorretrato con Marcella (1969).
Obras representativas que los visitantes se encontraran del artista están Autorretratos, realizado en 1914 en homenaje al filósofo Friedrich Nietzsche, así como los cuadros Desfiladero con caballos, Farolas, Autorretrato como fumador, así como Autorretrato con caballete (1926), pintura de suma importancia en la que el artista se muestra trabajando enfundado en un traje, y su mirada fija que parece dirigirla a quien lo observa.
Para el pintor Fernando Soto Luna, residente de la Ciudad de México, Otto Dix es uno de los exponentes más importantes del impresionismo alemán, quien abordó el tema social de su época, el cruento periodo entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
“Este horror sobre la guerra y registrarlo gráficamente es algo que tiene un valor muy importante a nivel histórico y cultural. Muchas de las obras hablan de la violencia social en Alemania. Yo recomendaría a todo mundo que venga al Munal, es una exposición de arte internacional que se da en nuestra ciudad. La cultura siempre va a ser un evento importante en la vida de todos nosotros”.
Octavio Salas, profesor e investigador, visitó la exposición junto con sus hijos y esposa, de manera personal había seguido la obra del artista alemán, por lo que no dudó en visitar la exhibición.
“La diversidad de obra que hay en la exposición me sorprendió, no esperaba la cantidad y calidad expuesta. No conocía muchas piezas, aprecié una diversidad de su pintura, flexibilidad y capacidad técnica y creativa”.
Con el propósito de ofrecer al público mexicano un amplio panorama de las diversas técnicas y estilos artísticos que exploró el pintor alemán a lo largo de su vida, se logró conjuntar piezas de colecciones como las de Kunstsammlung Gera (Alemania), Spencer Museum of Art-The University of Kansas (Estados Unidos), Institut für Auslandsbeziehungen (Instituto para las Relaciones Culturales Exteriores de Alemania), National Gallery of Canada, Leopold-Hoesch-Museum (Alemania) y la Fundación Otto Dix (Liechtenstein).
Otto Dix. Violencia y Pasión concluirá su periodo de exhibición el próximo domingo 15 de enero en el Museo Nacional de Arte (Munal), ubicado en Tacuba No. 8, Centro Histórico. Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Domingo, entrada libre.
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