Por: Fernando Nava
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, entregó el Premio Nacional de Derechos Humanos 2016, post mortem, a Rodolfo Stavenhagen Gruenbaum, por sus aportaciones para reivindicar los derechos humanos de los pueblos indígenas en el mundo; recibiendo su viuda, Elia del Carmen Gutiérrez Ortiz, la medalla y un estímulo económico.
Stavenhagen, fue un antropólogo y sociólogo, que dedicó su labor a la defensa de garantías fundamentales, creando el Centro de Estudios Sociológicos del Colegio de México y falleció el 5 de noviembre a sus 84 años de edad.
De origen alemán y llegando a México a los ocho años, fue el primer relator especial de la Organización de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, del año 2001 al 2008.
Mientras que a la directora del Museo de Memoria y Tolerancia, Sharon Zaga, recibió una mención honorífica.
En el evento, estuvieron presentes, además del máximo ejecutivo, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, quienes reiteraron que las aportaciones de Rodolfo han beneficiado a las políticas sobre los pueblos indígenas, ayudando a 15 millones de personas.
Además, Luis Raúl González, mencionó que sus años de dedicación, lograron la visualización de la discriminación hacia los pueblos marginados, además, de recalcar la inseguridad e injusticia que sufren por sus condiciones de vida. Recalcando que es una labor de la seguridad pública y las autoridades civiles de defender.
“Si la criminalidad es uno de los fenómenos más corrosivos, las fallas en la seguridad es preciso actuar para atender los puntos críticos y que inciden en la percepción que tienen las autoridades e instituciones” concluyó
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