Por: Gabriela Espinoza Fotografía: Karen López
Muñecos bailarines, ratones, soldaditos y copos de nieve hacen que la Navidad sea inolvidable para la pequeña Clarita, en la representación del Cascanueces, que inició su temporada ayer en el Auditorio Nacional; con la participación de la Compañía Nacional de Danza, bajo la dirección de Laura Morelos; y la música en vivo dirigida por el español Srba Dinic.
El mágico cuento, empieza en la víspera de la Navidad, cuando Clara disfrutan de las luces del árbol con su familia y amigos, así como de la danza de un arlequí, una colombina y un moro, que su padrino el juguetero Herr Dosselmeyer llevó como parte de sus obsequios para los invitados.
Antes de que llegue la media noche, Herr Dosselmeyer le regala a Clarita: un cascanueces. Pero su hermano Fritz, se lo rompe por no tener un obsequio igual. Sin embargo, su padrino lo repara y su padre lo coloca frente al árbol.
El cansancio vence al Clara y mientras duerme sueña como unos ratones quieren atacar su cascanueces, pero por suerte llegan unos soldaditos a combatirlos. Clara no se queda con los brazos cruzados, se quita sus zapatillas y golpea a su rey.
De repente, el casacanueces se convierte en un príncipe y la invita a dar un viaje por un bosque cubierto de nieve y por el país de azúcar.
Durante su viaje Clarita disfruta de diferentes danzas: El chocolate de España, el café de Arabia, el té de China, el nugat de Francia, las flautas de caramelo y de la Mamá bombonera con sus seis hijitos.
Acompaña a Clarita en mágico sueño, el viernes 18, sábado 19 y domingo 20 a las 17:00 y 20:00 horas en el Auditorio Nacional, ubicado en Reforma 50, Bosque de Chapultepec.
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