Por: Redacción
Parte de una importante tradición de mártires femeninos en la literatura europea del siglo XIX, Effi Briest fue escrita por Theodor Fontane en 1894 como una historia paralela a los romances de Anna Karenina en Rusia, Emma Bovary en Francia y Ana Ozores en España. Al igual que ellas, Effi se aventura en lo prohibido, rompe las normas cívicas y descubre las consecuencias de mancillar un matrimonio.
Estas adúlteras son mujeres muy reales, muy humanas en el sentido en que están llenas de contradicciones, son sensuales, aman la vida y están prisioneras, comentó Verónica Murguía durante su ponencia dentro del ciclo Charlas sobre cine alemán que se llevó a cabo en la Sala 4, Arcady Boytler.
Organizada por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Dirección de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Cineteca Nacional, el ciclo se lleva a cabo los lunes y se dedica a reflexionar sobre la relación entre literatura germánica y cine.
En esta sesión, la autora de Loba (2013) comentó aspectos socioculturales alrededor de la figura femenina en la adaptación cinematográfica de Rainer Werner Fassbinder, a la que calificó como “una película sobre la hipocresía”.
Así como en La regenta (Leopoldo Alas y Ureña, 1885) y Madame Bovary (Gustave Flaubert, 1856), la protagonista de Effi Briest (Fontane Effi Briest, 1974) se aburre de su matrimonio arreglado y encuentra a un amante que la libera del tedio, tentando el castigo de una sociedad que, aunque no se preocupa por las infidelidades del hombre, condena severamente las faltas a la moral femenina.
Sin embargo, la profesora hizo notar que la novela de Fontane difiere de sus antecesoras en un aspecto crítico muy relevante: El sello distintivo de esta historia es la discusión que tiene el marido con el amigo de si es necesario ir a duelo.
De esa manera, Effi Briest cuestiona la práctica de la violencia “honorable” y demuestra que sus personajes sólo se baten a duelo porque la sociedad así lo quiere. “Ésa es una discusión muy interesante porque dice la verdad”, aseguró.
Mencionó que Effi Briest, a través de una forma austera con uso mínimo de música de fondo y diálogos lentos y herméticos, refleja muy bien el aburrimiento que sufría la burguesía hace dos siglos y, consecuentemente, el letargo que atormentaba a su personaje principal.
Como intenta demostrar con su más reciente novela, la escritora declaró que la doble moral que regía las relaciones entre hombres y mujeres en comunidad durante la época de Effi Briest sigue vigente en nuestros días, haciendo posible que una obra como Loba (a pesar de estar establecida en un universo fantástico) todavía funcione y le hable a un público moderno.
Durante la próxima sesión de Charlas sobre cine alemán se proyectará La patriota (Die patriotin, Alexander Kluge, 1979) y se llevará a cabo el lunes 18 de julio a las 18:00 horas en la Sala 4. La entrada es libre y las cortesías de acceso se entregan en la taquilla 5 de la Cineteca Nacional.
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