Por: Redacción
El 19 de junio de 1867, a las 07:05 horas, en el Cerro de las campanas, pasaron por armas Maximiliano de Habsburgo y sus generales Miguel Miramón y Tomas Mejía. Fue uno de sucesos que cambiaron el rumbo de México, recordó el investigador Jorge Fernández Ruiz en su conferencia “En el cerro de las campanas tocan a vuelo por el triunfo de la República”.
La tarde del 5 de julio en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM presentó un breve contexto histórico del año 1867 cuando se dio el Triunfo de la República, lo que significó el regreso de Benito Juárez a la capital del país.
Explicó que en México la lucha entre liberales y conservadores, así como la dicotomía entre república y monarquía, se resolvieron hace 150 años en circunstancias difíciles: una guerra civil, seguida de una intervención extranjera y el establecimiento simultáneo de dos gobiernos que se disputaron la titularidad del gobierno.
Comentó que tales circunstancias y en ese momento particular de la historia de México, el sonido de una campana representó un profundo significado: la recuperación de la soberanía nacional.
“Hay campanas de metal, por lo general de bronce, pero también de piedras como las situadas en el cerro de Querétaro que le ha valido el nombre de Cerro de las campanas, porque hay cierto tipo de rocas que suenan como campanas cuando se les golpea con un objeto metálico”, apuntó el investigador reconocido con el Premio Nacional de Historia 2016 Manuel González Ramírez.
En ocasión de la conmemoración de los 150 años del fusilamiento de Maximiliano y de la triunfal entrada de Benito Juárez a la Ciudad de México al restaurarse la República, Jorge Fernández Ruiz parafraseo al poeta yucateco Luis Rosado Vega (1873-1958).
“Campanas glamorosas campanas del cerro al que le dan nombre, como me parece que las estoy oyendo. Hay fiesta en el pueblo, las campanas lo dicen con júbilo, tocando recio. Desde Querétaro en un repique que reclama la libertad, la justicia y la razón y el respeto al derecho ajeno”.
El doctor en derecho por la UNAM enumeró diferentes acontecimientos históricos, como los frustrados intentos de instalar una monarquía en México, la proclamación como emperador a Agustín de Iturbide y el arribo a México de Maximiliano de Habsburgo en 1864.
“El sueño napoleónico de dominar a México tuvo un amargo despertar el 5 de febrero de 1867, el ejército francés fue incapaz de dominar al pueblo mexicano y de imponer el pretendido imperio de Maximiliano.
“El 29 de marzo de 1864, desembarcó Maximiliano en México. Tres años después en Querétaro, el 15 de mayo de 1867, en señal de rendición, entregó su espada para luego ser llevado a juicio”.
Comentó que luego del fusilamiento de Maximiliano se celebró la entrada triunfal a la entonces Ciudad de México del presidente Benito Juárez. “Esta fecha se inscribe como un parteaguas en las efemérides mexicanas, porque con el triunfal regreso de Juárez a la capital se inicia la etapa de un México moderno, que habrá de prolongarse hasta la conclusión del dictatorial régimen porfirista, para dar paso a la era actual del México de la Revolución”, puntualizó.
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