Por: Redacción/
El año 2019 ha sido de proyección nacional e internacional para el modelo educativo del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, en el que su programa artístico-académico que teje el quehacer de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh), exhibió el buen desempeño colectivo e individual de sus miembros en intercambios artísticos con orquestas de América Latina y con la Joven Orquesta de Los Ángeles (YOLA, por sus siglas en inglés); así mismo, el inicio de operaciones de la Orquesta y Coro Comunitario de Los Pinos y el de tres coros comunitarios de padres de familia en Michoacán, Chihuahua y Tamaulipas permite visualizar la consolidación de su visión de impulsar en todo el país un programa integral de desarrollo social a través de la música.
En marzo de este año, también se logró el cambio a la que hoy es su nueva sede ubicada dentro del Complejo Cultural Los Pinos, donde los 133 instrumentistas que integran a la OECCh no solo han realizado su vida académica, también han sonado en diversos espacios donde a la fecha llevan más de 60 presentaciones del programa Los Pinos Suenan, lanzado en junio de este año, sin contar que desde el 1 y 2 de diciembre los grupos artísticos y agrupaciones comunitarias han llenado de música este nuevo recinto cultural.
La empatía académica y artística que ha sostenido el SNFM con la Fundación Dudamel desde 2018 permitió que en este año, una selección de 10 niñas, niños y jóvenes de las orquestas, bandas y ensambles comunitarios en representación de los 105 semilleros creativos de música que actualmente coordina dentro de Cultura comunitaria y otra selección de 21 miembros de la OECCh participaran en Encuentros 2019, taller de música y liderazgo que dicha asociación civil realizó en México junto con la Secretaría de Cultura y la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), del cual ha derivado un convenio de colaboración que promete continuar el próximo año para fortalecer dichos lazos.
Así mismo, la relación interinstitucional con el programa Iberorquestas Juveniles, perteneciente a la Secretaría General Iberoamericana, se fortaleció, dado que a finales de septiembre y principios de noviembre se realizó el encuentro de la Orquesta Juvenil Iberoamericana, en la que la OECCh fue anfitriona y el Complejo Cultural Los Pinos fue sede de la residencia artística de 26 jóvenes de Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, Panamá y Uruguay, una muestra de que, a través de la música sí puede haber cooperación y diálogo entre naciones.
Por otra parte, la integración de la Orquesta Sinfónica Nacional Comunitaria y la del Coro Nacional Comunitario para Tengo un sueño, magno evento de Cultura comunitaria −realizado por la Dirección General de Vinculación Cultural− suma más logros para el SNFM en este año que termina, dado que materializa el trabajo previo que se gesta y vive dentro de las agrupaciones y sus comunidades como son las conectividades entre las agrupaciones −para esta presentación se realizaron más de 18−, la capacitación de maestros, y el trabajo comunitario.
La participación del Ensamble Comunitario de Marimbas de Centla en el Festival Internacional Spivakov Moscow meet Friends 2019 es otra muestra de cómo el modelo de educación comunitaria ha sonado no solo en el país, también más allá de nuestra fronteras, que hasta incluso llamó la atención del joven documentalista, Ozan Mermer, quien realizó un cortometraje titulado YIB (sic) −homónimo de la palabra en chuj que significa “raíz” o “raíces”− para abordar la cotidianidad y la forma en que niños de la comunidad maya-chuj de La Trinidad, Chiapas, fortalecen y revaloran su identidad a través de la música.
Desde abril de 2013, Eduardo García Barrios está al frente del SNFM y ha trabajo en la consolidación de un modelo de educación musical comunitaria que involucra a sus integrantes, padres de familia, maestros y gestores en todo el país.
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