Por: Redacción
A partir de la ecología existente alrededor del Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano, ubicado en el volcán Sierra Negra en Puebla, el artista Emilio Chapela desarrolla una serie de obras, principalmente en video, sobre diversos fenómenos astronómicos.
Como parte del Sistema Nacional de Creadores, el artista de 39 años señaló que al tiempo de la labor que los investigadores realizan en el mayor radiotelescopio del mundo en su rango de frecuencia, él hace obras en paralelo con esas observaciones astronómicas.
En entrevista con la Secretaría de Cultura, explicó que su interés artístico no es ilustrar o hacer divulgación de la ciencia, “yo a la par de ellos, hago obras de arte que tengan que ver con los problemas que ellos están tratando de entender”.
Se trata de una serie de obras alrededor del telescopio que, adscrito al Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), está a más de 4 mil 500 metros sobre el nivel del mar, mediante videos sobre la neblina, el trabajo astronómico, la luna, las estrellas y la luz.
“Hay una serie de condiciones extremas ahí que yo estoy documentando. Como estás en medio de las nubes la mayor parte del tiempo, las observaciones de los astrónomos se hacen por la noche, yo hago fotografías y videos en las observaciones y esto me da acceso a toda una serie de fenómenos astronómicos y meteorológicos muy interesantes”.
Emilio Chapela consideró como una oportunidad única el tener acceso a este gran telescopio como miembro del Sistema Nacional de Creadores ya que, con formación de matemático, la ciencia siempre ha sido un motor importante en su creación artística, en este caso “ante la fascinación que siento por el ejercicio de interpretar nuestro mundo a partir de ver otros mundos lejanos”.
Como parte de este proyecto, dijo, hay un video que grabó escalando la montaña de la Sierra Negra, al tiempo que hizo el monitoreo de la frecuencia cardiaca de su corazón. “Cuando presente este video que aún no se estrena, lo reproduzco utilizando mi corazón como el tiempo, el video se acelera cuando hago más esfuerzo mientras escalo y disminuye la velocidad cuando estoy en reposo”.
Lo que el artista trata de hacer en este proyecto es establecer una relación un poco más íntima con la montaña, con el trabajo de los astrónomos y la luz. “En el caso de la obra del corazón, de alguna manera el video está siendo determinado por mi relación con la geografía de la montaña, con la falta de oxígeno, es como una relación intrincada”.
En otra de las piezas, documenta la presencia de la neblina. “Pongo a grabar la cámara y me paro enfrente del telescopio que es un edificio gigantesco con una antena muy grande y espero a que la neblina de repente cubra el telescopio, a mí o a la cámara”.
El objetivo es representar una relación más íntima con las nubes, con las cuales pasan cosas extraordinarias. “En algunos casos se deja de ver, la neblina cubre todo y de repente, la neblina a esas alturas, se va súbitamente y todo aparece de nuevo. Es un poco como una especie de relación con las fuerzas de la naturaleza que están alrededor del telescopio y con la tecnología misma”.
Por ello, sólo en uno de los más de 10 videos que Emilio Chapela contempla realizar como parte de este proyecto, aparece el cielo, en una obra sobre la luna la cual fue grabada en movimiento, toda vez que las observaciones astronómicas en el telescopio no se hacen con imágenes, sino a través de ondas de luz.
En este proyecto, también habrá piezas en otros soportes, como algunos dibujos realizados a partir de los datos obtenidos de la observación de una nebulosa. “De alguna manera inventé un modo de ilustrar estas observaciones con pluma y papel, pero finalmente estoy haciendo dibujos que vienen de observaciones, la información está ahí, son dibujos de nebulosas a billones de años luz de la Tierra”.
Estas y otras obras que Emilio Chapela ha captado en la ecología alrededor del telescopio de la Sierra Negra podrán ser apreciadas por el público en una exposición individual que estará en exhibición en el Laboratorio Arte Alameda de abril a agosto de 2019.
“Este museo de la Ciudad de México está dedicado a la experimentación artística en relación con la ciencia y la tecnología, va a ser muy bueno, porque toda la investigación creativa de los tres años del Sistema Nacional de Creadores, voy a poderlo mostrar en el espacio público”, bajo la curaduría de José Luis Barrios.
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