Por: Redacción

Considerada una de las mejores artistas del mundo, Gardi Hutter compartió con el público sus reflexiones sobre el clown en una conferencia magistral impartida en la Sala CCB del Centro Cultural del Bosque.

Con el apoyo de la Secretaría de Cultura, a través del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), la actividad forma parte del Cuarto Festival Internacional de la Risa que se lleva a cabo hasta el 4 de diciembre en la Plaza Ángeles Salas, el Teatro Orientación y la Sala CCB del Centro Cultural del Bosque.

Para la artista suiza la impermanencia y el hecho de que en algún momento todos vamos a morir han sido la base para construir diferentes propuestas escénicas desde el clown.

“La tragedia y la muerte es la base histórica del clown y la risa es una manera de palear esta tragedia existencial”, dijo la actriz quien desde 1981 ha brindado más de 3 mil funciones en 28 países.

De acuerdo con Gardi Hutter, “el clown es un rito para morir y resucitar” donde el payaso cuenta una tragedia para reírse y es así como esta tragedia se vuelve comedia a través de diversas formas, colores e ideas.

“Cuando me preguntan cómo hacer un espectaculo, les digo: busca la tragedia y después de eso encuéntrale el chiste. Entre más trágico, más chistoso. Por ejemplo, en mi obra La costurera, el personaje está muriendo en escena, es algo muy trágico, pero el público se ríe de eso todo el tiempo. Esa es la paradoja”.

Por ello destacó que hay que buscar cada uno en nuestro propio drama y en la idea de que el clown utiliza una máscara que lo convierte en una entidad que comete errores que provocan risa.

“El clown se sacrifica porque normalmente no nos gusta que se rían de nosotros”, señaló Gardi Hutter.

En ese sentido consideró a la risa como un rasgo de inteligencia debido a que no acepta la autoridad total y para provocarla se requiere de una construcción fina.

“La risa no acepta la autoridad total. La risa quiere a los dictadores en calzones y en calzones todos somos humanos”. Reconoció que si bien la figura del clown es más vieja que el circo y se remonta a la época de los griegos, después del Renacimiento, el payaso y la comedia pasaron a considerarse un género menor catalogado como divertimento.

“Para el clown, el cuerpo y el espíritu no están divididos. Su espectáculo es un juego existencial y físico para dar un sentido de la vida. Es un teatro corporal, con emoción y espiritu juntos. Es después del Renacimiento que el teatro se convierte en algo educativo, moralista, catártico y burgués y entonces es una élite que se distingue de los pobres, mientras el juego del payaso es para todo el mundo”.

En cuanto al clown hecho por mujeres, Gardi Hutter, quien escenificará Juana la valiente el sábado 26 a las 19:00 horas en el Teatro Orientación, dijo que en la escena actual hay un campo lleno de oportunidades para el sexo femenino.

“Cuando empecé en el clown me dijeron: Los hombres hacen reír y las mujeres hacen llorar. Eso me daba rabia y me hizo insistir más, pero ahora soy parte de un movimiento alterno y me he encontrado con muchas mujeres en diversos festivales.

“Hoy todo es posible y me he dado cuenta que es más dificil para los hombres porque existen muchas referencias cómicas, no así para las mujeres. Todo está por inventarse, porque nosotras no tenemos de donde copiar, porque no hay un original. Tenemos todo por delante y eso para un artista es magnífico”.