Por: Redacción/
La exposición El ajuar, talavera, cerámica y tradición muestra cómo un proyecto de investigación, como el que Emma Yanes Rizo impulsa sobre la historia de la talavera poblana, también puede encontrar conexiones con la creación de artistas como María Bretón y Casandra Robredo, destacó Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Al inaugurar la muestra en el Patio de Cañones del Museo Nacional de Historia (MNH), Castillo de Chapultepec, el antropólogo afirmó que esta propuesta tiene un sentido profundo que articula la investigación histórica con la creación contemporánea; presenta la idea de que el patrimonio cultural no es algo inamovible y estático, sino que se crea y recrea día con día.
Refirió que la exhibición reúne la tradición con la innovación y muestra cómo, finalmente, la cerámica —así como el maíz— acompaña los procesos de sedentarización de la especie humana y, al mismo tiempo, es una técnica, una alternativa de transformación del medio que es absolutamente contemporánea, la cual puede ser el vehículo para expresar la creatividad.
Sobre la pieza central de la exposición, denominada La vajilla de pájaros, que representa un ave creada a partir de 50 platos de talavera medianos, grandes y hondos, decorados con las imágenes de diversas especies de pájaros que habitan en Puebla y en la Ciudad de México, Prieto Hernández destacó que se trata de una sugerencia de cómo el patrimonio cultural es también un patrimonio biocultural, ya que no se puede entender lo que hacen los hombres sin la naturaleza.
Salvador Rueda Smithers, director del MNH, expuso que la muestra tiene un doble propósito: cumplir un acuerdo entre las secretarías de Cultura y de Educación Pública para acercar el arte a los museos. Y la intención del museo de buscar formas de llevar el arte a un museo de historia, “buscamos que haya la perspectiva de artistas modernos sobre tradiciones y maneras de ver el mundo”.
Al respecto, detalló que cada una de las piezas exhibidas tiene una historia, y forman parte de una tradición: se trata de cerámica poblana que tiene una manera de elaborarse, leerse y significarse, y además de contar con un valor dentro del universo de objetos y artefactos hechos con dicho material.
La exposición retoma la investigación histórica sobre la tradición del ajuar femenino —conjunto de ropa, muebles y enseres que preparaban las mujeres en su noviazgo para el matrimonio—, y rescata algunas de la técnicas cerámicas del estado de Puebla y las nuevas propuestas artísticas en la entidad; está integrada por 30 piezas contemporáneas (más 50 de la pieza central), elaboradas en cerámica, talavera y barro en alta temperatura.
Los objetos de la exhibición forman parte del proyecto de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del INAH, denominado Historia de la loza estannífera o talavera poblana, 1550-1653, que analiza cómo en la actualidad dicha técnica novohispana ha logrado permanecer y enriquecerse, gracias a nuevas propuestas ornamentales de los artistas contemporáneos.
La historiadora Emma Yanes indicó que la técnica de talavera de origen árabe e ibérico, se estableció en la ciudad de Puebla desde el siglo XVI, con la llegada de un reducido grupo de artesanos españoles provenientes de los talleres de Talavera de la Reina, de Sevilla y Génova, y persiste hasta la actualidad gracias a la transmisión de un gusto social y del conocimiento artesanal que ha logrado adaptar dicho quehacer cerámico a los cambios culturales.
Destacó que la relación entre el ajuar con la cerámica tiene que ver con una tradición ancestral, ya que en el siglo XVI se acostumbraba el intercambio de platos entre los novios para sellar el matrimonio. Posteriormente, en el siglo XIX en España existieron las vajillas idílicas o “vajillas de deseo”’, donde la mujer plasmaba su ajuar en la loza y revelaba a través de ella lo que requería para su enlace.
La exposición cuenta con piezas como una maceta de talavera con la representación de la diosa del maguey, de Emma Yanes. También se presentan tres murales de talavera con marco de madera (40 x 40 centímetros) hechos por María Bretón, pertenecientes a la serie “La reina del maíz”.
Otros de los objetos que conforman dicha serie son el peto y un tocado de dicho personaje femenino, realizados con barro y esmaltes de talavera, además de un molcajete de granos de colores (20 x 9 cm), elaborado a base de pasta cerámica y talavera, un metate y metlapil hechos bajo la misma técnica, y una tortilla de maíz azul de cerámica de alta temperatura con esmaltes en talavera y óxidos (21 cm de diámetro).
Por su parte, en la serie titulada “Lencería sensual”, la autora Casandra Robredo muestra un sostén y una pantaleta en ganchos (40 x 25 cm cada uno) hechos de talavera con cadenas, y unos zapatos con moño (23 x 25 cm aproximadamente) elaborados a base de cerámica de alta temperatura con listón.
En la inauguración estuvieron María Eugenia del Valle, titular de la DEH; las curadoras Emma Yanes Rizo, investigadora de la DEH; María Bretón, arquitecta y ceramista, y Casandra Robredo, artista plástica, así como Erandí Rubio, subdirectora técnica del MNH.
La exposición permanecerá hasta el 27 de mayo próximo, en el recinto ubicado en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec s/n, San Miguel Chapultepec. Horario: martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas. Acceso: 70 pesos, los domingos la entrada es gratuita para el público nacional.
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