Por Redacción
La historia de amor entre Gerundio Apóstol Santiago y Lorena Cifuentes, quienes en realidad por diversos motivos nunca llegarán a ser pareja, es el argumento de ‘El olor de las rosas machucadas’, del periodista y escritor guerrerense Roberto Juvencio Ramírez Bravo.
De acuerdo con el literato, se trata de una novela que narra la vida de un grupo de jóvenes de preparatoria que forman un equipo y taller de teatro dentro de su escuela.
La historia, ubicada a principios de los años ochenta en Guerrero, muestra aparentemente cómo estos jóvenes tienen una vida normal, sin mayor incidencia en el contexto político y social que les toca vivir.
“Lo que quiero es retomar el tema de la guerra sucia en Guerrero y narrarla, pero con una visión enfocada a los jóvenes, por lo que es una historia de aventura novelada, contada desde la perspectiva de la gente común que vivió esto”, detalló el escritor.
El olor de las rosas machucadas cuenta con el apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA) y tiene un avance de 40 por ciento.
De acuerdo con el autor de Las pausas concretas, El nombre de la Luna y Embrujo en el faro y otros relatos, el nombre de su séptimo libro viene de un perfume significativo dentro de la obra.
“Se trata del que utiliza Lorena y que para Gerundio es muy característico de ella, aunque él nunca sabe ubicar ni identificarlo, pero es algo trascendente para él. El lector descubrirá porqué, aunque también es a causa de su olor, le da la impresión de que fueran rosas o sus pétalos machucados en un molcajete”.
El periodista destacó que las páginas de su novela permitirán conocer a diversos personajes, entre otros a Néstor Corazón de León, un joven que escribe obras de teatro; Martín Terrones, un incipiente guerrillero que busca convencer y ganar adeptos dentro de la preparatoria y a un policía que indaga sobre algunos guerrilleros e infiltra gente en la escuela para atraparlos.
“Son protagonistas -agregó Roberto Ramírez- con los que busco contar un poco cómo era el Acapulco de la generación de aquellos tiempos, no el turístico, el de las playas, sino el cotidiano, el común, el de la gente que vive aquí, desde el contexto político, social y cultural.
“Espero que cuando el lector tenga mi obra se entretenga con ella y pueda encontrarse, ya que no solamente es para los acapulqueños, sino para todo tipo de público”.
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