Por: Redacción
Para la periodista y escritora argentina Paula Mónaco Felipe el no olvidar a los normalistas desaparecidos es ya una victoria, por eso decidió escribir Ayotzinapa: Horas eternas, que presentó en la XVI Feria Internacional del Libro en el Zócalo junto con la reportera de guerra y de movimientos sociales Blanche Petrich.
“Decidí apostar por escribir un libro para volver a nombrar y a seguir pensando en ellos. Decimos con cariño que este libro es un ladrillo de memoria en el cual también trabajó Ana Valentina López de Cea. Juntas hicimos el corazón del libro, donde se cuentan 48 historias”, comentó la periodista este miércoles en el Café Literario Tomás Segovia.
Mónaco Felipe explicó que son 48 historias, porque 43 pertenecen a los normalistas desaparecidos, tres a los estudiantes asesinados y dos a los heridos de gravedad, de quienes hace un retrato minucioso a partir de las largas horas que compartió con los familiares de las víctimas.
“Es un ladrillo de memoria que intenta también relatar lo que ocurrió la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 con mucho detalle, porque siento que es importante tener la película completa. El relato que hay aquí está elaborado con base en 17 testimonios de los sobrevivientes”, señaló la periodista.
En el libro, la corresponsal del periódico “El Telégrafo”, de Ecuador, y colaboradora de “La Jornada” también relata la crónica de lo que siguió para los familiares de los normalistas y los sobrevivientes de Ayotzinapa durante un año, a quienes acompañó en sus largas marchas.
“Este libro es un ladrillo a la memoria porque creo es subversiva, es un paso para intentar cambiar. La memoria también es un arma muy poderosa, porque puede ser esa gotita que cada día cae hasta que quiebra la piedra. Hace un mes, en Argentina, 39 años después fueron sentenciados seis de los siete responsables de la desaparición de mis padres”, relató.
Para Paula Mónaco Felipe, la desaparición no es una historia ajena, pues a tan sólo unos días de nacida la dictadura militar argentina le arrancó a sus padres, por lo que ella se integró al movimiento HIJOS, expresó Blanche Petrich.
Comentó que la palabra Ayotzinapa está en el imaginario de todo un pueblo y Mónaco Felipe describe en el libro lo sucedido con gran pasión, además de darle voz a quien no la tiene, lo que refleja su compromiso con las causas sociales y los derechos humanos.
“Como HIJOS y como periodista, Paula siempre estuvo en este proceso de Ayotzinapa donde tenía que estar, en la cacha de la Normal, en los salones o en aquellos cónclaves eternos con Derechos Humanos, reuniones donde los demás periodistas estábamos vedados y a las que ella tenía acceso justamente por haberse integrado de una manera tan decidida a esas familias”, dijo Petrich.
En la presentación de Ayotzinapa: Horas eternas, de Ediciones B, también estuvo la fotógrafa Ana Valentina López De Cea, quien narró su experiencia sobre el trabajo que hizo en el libro, comentado por Blanche Petrich, quien cerró su participación con la certeza de que “Ayotzinapa vive”.
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