Por: Redacción

El Museo Nacional de Antropología, el más visitado del país, exhibió durante 2016 dos magnas exposiciones que mostraron al público mexicano la riqueza etnográfica desarrollada en los pueblos del Río Congo, así como los tesoros submarinos rescatados del naufragio de la fragata española Mercedes.

Inaugurada el 16 de diciembre de 2015, la muestra Río Congo. Artes de África Central estuvo abierta hasta el 3 de abril del año que recién concluyó, y significó la más amplia exposición dedicada a objetos representativos del Continente Africano en nuestro país.

Un total de 117 mil 384 personas acudieron a esta exposición que estuvo conformada por 346 piezas, de los siglos XIX y XX, procedentes del Museo de Quai Branly de París, de las cuales más de 100 nunca habían salido de Francia.

A lo largo de mil 200 metros se apreciaron máscaras, relicarios, estatuillas, instrumentos musicales, armas, mobiliario y figuras femeninas creados por 20 grupos étnicos que fascinaron a mexicanos y extranjeros, ya que tan sólo en el primer mes de exhibición Río Congo ya había sido visitada por casi 30 mil personas.

La muestra acercó al público a la cultura y expresiones que desarrollaron los pueblos asentados a lo largo del río Congo, una superficie que hoy comprende seis países: Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, República del Congo, República Democrática del Congo y Angola.

Al Museo Nacional de Antropología también llegó El último viaje de la fragata Mercedes que, inaugurada el 1 de julio y hasta el 6 de noviembre exhibió parte de los tesoros que fueron expoliados de las profundidades del Océano Atlántico por la compañía Odyssey.

Dos siglos después de que la fragata de la armada española fue hundida por una escuadra británica el 5 de octubre de 1804, la historia del navío desembarcó en el Museo Nacional de Antropología en esta exposición proveniente de España, la cual registró 100 mil 393 visitantes.

La muestra fue posible gracias al convenio suscrito por México y España en 2014 en materia de Patrimonio Subacuático, y en ella se exhibieron 30 mil monedas de las 600 mil rescatadas, así como herramientas de trabajo de la embarcación, cañones, retratos de Carlos IV y su esposa María Luisa de Parma, firmados por Francisco de Goya, y una bandera de más de seis metros de largo utilizada en la batalla de Trafalgar, que era similar a la que llevaba el buque de guerra en el momento del ataque.

El Museo Nacional de Antropología reabrió en 2016 la Sala Otopame con un discurso curatorial renovado, para mostrar la riqueza cultural de los pueblos otomí, mazahua, ocuilteca, matlatzinca, chichimeca-jonaz y pame.

A partir del 12 de octubre el visitante pudo admirar 264 piezas, entre figuras de cerámica, palma, papel amate, códices, pinturas y textiles, de los cuales más de 60 por ciento es de nueva adquisición, pero que datan algunos de ellos de finales del siglo XIX y principios del XX.

En el marco del 52 aniversario del Museo Nacional de Antropología, los asistentes a esta sala pueden admirar huacales de cordel, vasijas, teponaztles, arcos, fechas y hondas, así como una gran variedad de bordados que plasman su cosmogonía.

Asimismo, se exhibe el Códice Huichapan, uno de los pocos que se conocen en otomí, el cual recrea un oratorio de linaje, se presenta sus técnicas agrícolas y objetos de poder sagrados, como cetros, cascabeles y atados de papel amate, ya que esos pueblos tienen una religiosidad multifacética donde conviven deidades autóctonas con santos católicos y otros elementos, como el diablo.

El Museo Nacional de Antropología realizó, del 22 de septiembre al 2 de octubre de 2016, la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH) que, en su edición XXVIII, contó con Guatemala y Yucatán como País y Estado Invitados.

Participaron 90 editoriales, de las cuales 13 fueron de Guatemala y siete de Yucatán, además de ofrecer más de 13 mil títulos, principalmente de temas de antropología, historia y patrimonio cultural.

Durante la FILAH también se realizó el Homenaje a Miguel León- Portilla. Un reconocimiento a su dedicación por la historia, a su labor como lingüista y humanista, y por ser portavoz de la palabra de los antiguos mexicanos.

Durante los 11 días de la feria también se llevaron a cabo seis foros académicos, 118 presentaciones editoriales, 17 talleres, 50 actividades artísticas, así como la proyección de 37 películas, entre cortometrajes y documentales.