Por: Redacción/
Temas referentes a la obsesión, la repetición, así como a la naturaleza y el tiempo transcurrido, presenta en sus gabinetes el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) al exhibir la obra de dos destacadas creadoras: Karenina Gómez Mora (1986) y Georgina Quintana (1956), ambas originarias de la Ciudad de México.
En función de una de las vocaciones del recinto como espacio para la exhibición de nuevas investigaciones y experimentaciones por parte de los artistas del país, el Museo de Arte Carrillo Gil alberga las muestras: Libros mutantes y caprichosos, y Buclética.
La obsesión, la repetición y el autoanálisis son algunos de los elementos centrales en las piezas creadas por la artista visual Karenina Gómez, manifestados en dos de sus obras: Bucle, Loop-me y Aurelia, expuestas en el Gabinete de Audio y Video del museo.
En una sala oscura se pueden ver ambas piezas donde la joven artista desarrolló su creatividad en el ámbito de la manipulación digital, la imagen en movimiento y la animación.
En Bucle, Loop-me se distingue un paisaje citadino en que varias cosas ocurren al mismo tiempo y se repiten una y otra vez. Ese hecho de la repetición tiene que ver con la obsesión y la rutina diaria.
Repetir es, para la artista, la forma de pensar del quehacer humano, desde la rutina hasta la obsesión. En estas obras la repetición es símbolo de la idiosincrasia e inercia colectiva, mostrando la existencia de dos lugares en los que le gusta husmear: la memoria personal y el presente colectivo.
En ese sentido se puede apreciar el video Aurelia, de casi cinco minutos de duración, creado en el año 2011, donde se conjugan el dibujo a mano, la animación 2D y el collage fotográfico.
El audiovisual es una exploración a la vida de la abuela de la creadora, que padece Alzheimer. “La relación de su historia, mi familia y mi vida propia, juegan un recorrido a través del tiempo, la memoria y la soledad”, refiere Karenina Gómez sobre la pieza.
En el Gabinete de Gráfica y Papel se aprecia la exposición Libros mutantes y caprichosos, de la artista Georgina Quintana, perteneciente a la generación que dominó la escena pictórica en México durante las dos últimas décadas del siglo XX.
La creadora ha desarrollado su propuesta creativa a partir de la hibridación entre la pintura, el dibujo y la reflexión visual sobre el tiempo transcurrido.
En la muestra, Georgina Quintana plantea la expansión del libro como soporte artístico, catalizador poético, dispositivo de tiempo y meditación, a través de 20 piezas de arte objeto, en los que se aprecian dibujos, telas, bordados, y palabras, creados entre los años 2007-2017.
El título alude a la cultura sincrética en el que la creadora teje interconexiones entre la tinta y el lápiz, entre el autorretrato y sus reflexiones íntimas, entre los sueños y los apuntes del natural, entre el dibujo y la costura, lo hermoso y lo trágico, señala el texto de sala.
En Libros mutantes y caprichosos, se aprecia los intereses y temas que le interesan a la artista, gracias a los variados tamaños y personales formas de sus libros: redondos, en folders, en cajas, con ventanas, cosidos y/o pegados, estructurados y desestructurados.
Dos rasgos distintivos predominan en los libros: la presencia de la palabra, limitada aunque profunda, y lo interactivo, pues los visitantes pueden mover y/o tocar algunas piezas. Se aprecia el predominio del gris y del negro, creados en soportes de papeles diversos y en telas.
En el montaje se pueden observar la pieza La muda (tinta sobre papel nepalí), Rollo autobiográfico, en la que la artista plantea que quiere contar la historia de la niña que fue. En dos vitrinas fueron colocados libros o libretas cuyo contenido se puede conocer al mirar la proyección de un video en un pequeño monitor.
En unas de las paredes se reproduce una declaración de principios en la que la artista expone que tiene una necesidad imperiosa por hacer formas, y que al hacerlas, queda en paz y en silencio con ella misma.
En estos libros de artista, a los que Georgina Quintana sólo nombra como L (libros), se percibe “el hacer amoroso de la autora tanto en la sintaxis como en la construcción donde se plasman el sentimiento, la fantasía y la inteligencia”, señala Graciela Kartofel en el texto introductorio al montaje.
Además de los libros de artista, Georgina Quintana ha pintado y dibujado, creado collages, objetos, instalaciones, grabados, juguetes, muebles, bordados y obras interactivas.
Buclética y Libros mutantes y caprichosos, están en exhibición en los gabinetes del Museo de Arte Carrillo Gil hasta el domingo 22 de octubre. El recinto se ubica en Avenida Revolución No. 1608, esquina con calle Altavista, en horarios de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas; entrada general, $65; los domingos, la entrada es libre.
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