Por: Redacción
Más de 120 mil lectores se encontraron y adquirieron los títulos de su preferencia durante los ocho días en que se realizó el 11° Gran Remate de Libros en el Auditorio Nacional, que se llevó a cabo del 11 al 18 de abril.
El encuentro librero contó con la participación de 250 expositores y más de 700 sellos editoriales, y se ofertaron miles de títulos con descuentos del 50 hasta el 80 por ciento, además de que se efectuaron 200 actividades literarias y artísticas encaminadas al fomento de la lectura.
El encuentro editorial, que concluyó este martes 18 de abril, se ha consolidado como una gran fiesta de las letras y cita obligada de los capitalinos y visitantes del interior de la República durante el periodo de asueto de Semana Santa. Es organizado cada año por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México en coordinación con el Auditorio Nacional y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM).
Tras 11 años de existencia, esta venta de liquidación editorial se consolida como una de las mejores opciones para adquirir libros con grandes descuentos y a la que acuden miles de lectores, estudiantes, instituciones académicas, libreros de la capital y de otras entidades del interior de la República.
Con entrada libre, de las 11:00 a las 19:00 horas, el público pudo encontrar alguna publicación de su interés, ya que hubo libros de todos los géneros, como literatura infantil y juvenil, narrativa, cuento, poesía, ensayo y ejemplares con temas especializados, como biografías, medicina, fotografía, diseño y arquitectura, entre otros.
Un referente literario en la ciudad
En esta décima primera edición, el Gran Remate refrendó su posición como el encuentro editorial más importante de la Semana Santa en la Ciudad de México, “y también como un espacio relevante para volver a poner en exhibición aquellos títulos que están fuera de los canales de venta del momento”, consideró Déborah Chenillo Alazraki, Coordinadora de Vinculación Cultural Comunitaria de la Secretaría de Cultura capitalina y responsable de esta fiesta de los libros.
Es necesario, añadió, “recalcar el espíritu del Remate como ese espacio donde los libros vuelven a estar a la vista del público”. Este encuentro, aseguró, “cada vez está más arraigado entre la población y desde nuestra perspectiva cada vez es más la gente que viene y compra sus libros favoritos”.
Déborah Chenillo sostuvo que el Remate “es ya un referente tanto para el sector editorial, como para la población en general. Además, el sentir de los editores es que este año hubo más ventas que el anterior. Creo que tanto para los sellos editoriales participantes como para los visitantes, este encuentro es ya parte importante de la oferta editorial de la ciudad en todo el año”.
La promotora cultural destacó que “también el programa cultural y artístico del Remate se ha consolidado. Este año, el haber recordado a libros fundamentales de Gabriel García Márquez, Octavio Paz y Tomás Segovia, tanto como las diversas actividades artístico-culturales, o los Kits de supervivencia —charlas en las que los escritores recomendaron los libros que se llevarían para poder sobrevivir—, se volvieron actividades imprescindibles y ya se están convirtiendo en un sello característico y en un referente”.
Agregó que “tanto en la programación, como en los talleres y los espacios de fomento a la lectura o trueque, se vuelve a dar oportunidad de volver a nombrar títulos y autores que ya no están aparentemente en circulación”.
Saldo positivo para editoriales
Un total de 250 expositores y 700 fondos editoriales estuvieron presentes en el Auditorio Nacional. Mario Zamudio, responsable en el Gran Remate del grupo Penguin Random House, señaló en entrevista que la empresa que agrupa 15 editoriales tuvo la oportunidad de acercarse al público juvenil a través de sus ofertas, que iban de los 10 pesos hasta precios con un 50 por ciento de descuento mínimo.
“La afluencia del público fue positiva, equilibrada respecto a años anteriores. Autores como John Maxwell Coetzee fueron de los más buscados este año y de nuevo la novela es el género más solicitado con nosotros”, dijo Zamudio.
También la Universidad Nacional Autónoma de México estuvo presente para ofrecer a los capitalinos la obra de los académicos de la máxima casa de estudios. Abraham Laguna, Jefe de Área, Ferias y Eventos Especiales de la UNAM, calificó como positivo el saldo del evento al que la universidad pública ha acudido desde su primera edición.
“Los estudiantes que nos visitan se inclinaron por las novedades; sin embargo, el Gran Remate es benéfico porque un público más amplio puede acercarse a la producción de la UNAM”, expresó Laguna, además de asegurar que con cada año las ventas de la editorial universitaria han crecido, especialmente la de los libros de arte, que este año fueron los más buscados.
Siglo XXI, una editorial que tiene su punto de encuentro con la UNAM en los contenidos académicos de sus libros, fue testigo del creciente interés de los capitalinos por abrirse a otros géneros, además de la novela, el cuento y la poesía, así lo señaló Alberto Durazo, responsable de esta casa editorial en la fiesta literaria.
“A pesar de que nuestro público asiduo son los universitarios, con el Gran Remate podemos observar que más gente está interesada en los libros de escritores como Pierre Bourdieu o Michelle Foucault”, comentó Durano, quien compartió que el 50 por ciento de los libros que Siglo XXI vendió por ocho días son imposibles de encontrar en los centros de distribución literaria que tiene México.
Las batallas en el desierto
En el último día de actividades del 11° Gran Remate de Libros, la Ciudad de México fue recordada y reconstruida a través de Las batallas en el desierto, del mexicano José Emilio Pacheco, texto que se leyó en voz alta con el promotor cultural Omar Quintanar.
La voz de Carlos, personaje que Pacheco creara para hablar del México de 1948, se dejó escuchar en el Centro de Lectura Juan Bañuelos a fin de recordar la transición política, cultural y social del país en ese momento histórico; hechos enmarcados en una historia de amor imposible entre el personaje principal de la novela breve y Mariana, madre de uno de los amigos de infancia de Carlos.
Recuerdan a Eusebio Ruvalcaba
En la jornada final de este martes también se recordó la vida y obra del escritor capitalino Eusebio Ruvalcaba, quien falleció en febrero pasado. En el Foro Sergio González Rodríguez, los también escritores Jorge Arturo Borja y Adrián Román lo describieron como un autor profundo, generoso y entregado a su oficio, lo que le permitió publicar más de 50 títulos.
En este sentido, Jorge Arturo Borja recordó que Ruvalcaba “decía que hacía no realismo mágico, sino realismo crudo, tanto porque escribía sobre la realidad cruda, como porque lo hacía después de algún estado etílico”. Todos los días, afirmó, a las seis de la mañana, se levantaba a escribir, por eso tuvo la constancia de escribir decenas de libros.
“Fue muy reconocido, ganó muchos premios, pero también ganó muchos problemas con la gente de la academia o del periodismo. Su novela más conocida es Un hilito de sangre, pero tiene grandes trabajos como 1994 cuentos pétreos. En todas sus obras era evidente que estaba muy preocupado por la realidad del país. Era una persona muy libre para escribir, muy libre para vivir y muy libre para amar”, expresó Borja.
En tanto, Adrián Román aseguró que Eusebio Ruvalcaba fue “un escritor honesto, generoso, con más de 50 libros y a lo que te incitaba era a la disciplina, y nuca se sintió un ejemplo. Uno de sus grandes cuentos fue ‘El abanderado’, así como el texto ‘Lo que tú necesitas es comprar una bicicleta’, que es la relación entre un abuelo y un niño que tienen interés en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional”.
Como poeta, añadió, Román, “no sólo era un virtuoso de la técnica, también era profundo y luminoso. También lo fue en el ensayo”. Asimismo, apuntó que “era muy generoso y muy culto: todos los que se le acercaban recibían parte de su gran sabiduría literaria; te daba a conocer autores que de otro modo te tomaría años descubrirlos. También incitaba a los jóvenes a vivir sin tapujos, en soledad y soltería”.
Eusebio Ruvalcaba nació en la Ciudad de México, el 4 de septiembre de 1951 y murió en esta misma capital el 7 de febrero de 2017. Narrador, poeta, ensayista y dramaturgo, de quien se ha puesto en escena su obra “La visita” (1986). Su novela “Un hilito de sangre” fue filmada en 1995 por Erwin Neumayer.
Un cierre musical
En la clausura del 11º Gran Remate de Libros, el cantautor Juan Cirerol se presentó en el Foro Sergio González Rodríguez ante un público entusiasta que coreó algunos de sus temas más conocidos, como “Eres tan cruel”, “Hey, soledad”, “La muchacha de las tierras lejanas”, “Se vale soñar” y “Metanfeta”, entre otras.
El compositor originario de Mexicali, Baja California, también presentó el poemario de su autoría titulado Tonifica mi alma. El periplo de un trovador.
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