Por: Redacción/
Para el fotógrafo estadounidense Keith Dannemiller (1949), es de suma importancia que el ser humano todavía pueda comunicarse en un ambiente urbano, pese a que el internet y las redes sociales acercan, y a la vez, alejan a los integrantes de la interacción social. La fotografía de la calle, la documental, puede ser ese puente que muestre la necesaria relación que debe existir entre las personas y su entorno real.
Bajo esta premisa, el egresado de la Licenciatura en Química Orgánica y Matemática de la Universidad de Vanderbilt, Tennessee, salió a las calles de la Ciudad de México para capturar su espontaneidad y vertiginosidad, los sentidos y sensaciones de la vida en la urbe, que pueden apreciarse en la exposición fotográfica Testigo transeúnte, que se exhibe en Sala Nacho López de la Fototeca Nacional, en Pachuca, Hidalgo.
La fotografía callejera de Dannemiller, según sus propias palabras, busca capturar la energía de la calle, pero a diferencia de la que sus colegas siempre refieren, la kinética, de movimiento o acción, él busca lo que llama energía potencial.
“Está relacionada con algo que podría pasar en la calle. Para poder fotografiar a la energía, muchas veces hay que esperar en una esquina, recargado en una pared o muro donde cae una luz muy especial, y aguardar para que los elementos del escenario se junten y poder narrar algo un poco más importante, a través de una metáfora visual, en lugar de una imagen descriptiva”, detalló.
La muestra, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Sistema Nacional de Fototecas (Sinafo), está integrada por 33 piezografías (impresiones digitales en blanco y negro, extraídas del negativo del rollo fotográfico), resultado de su constante exploración en el Centro Histórico de la Ciudad de México, entre los años de 1987 a 2016, donde escudriñó entre los espacios urbanos para entenderlos como sitios en constante proceso de cambio, cuyos habitantes y transeúntes se interrelacionan todos los días para conformar un entorno.
“En la actualidad es muy importante documentar la calle, su tránsito cotidiano, las miles de historias que deambulan día a día, en una época donde la comunicación es entendida sólo a través de las redes sociales e internet”, comentó.
El fotógrafo estadunidense, quien ha colaborado con prestigiadas publicaciones internacionales como Time, New York Times, Vanity Fair, National Geographic y Al Jazeera, explicó que al haber estudiado ciencias y siendo un fotógrafo de este ecosistema urbano con características singulares, tan propias, encontró que esos procesos citadinos dan razón a su búsqueda.
“Capturar los procesos urbanos en imágenes presenta más posibilidades narrativas que una situación estática, porque abarca la confluencia del pasado, el presente y el futuro, simultáneamente. Y en lugar de una sola respuesta —como si fuera una ecuación matemática— o de una sola verdad, se obtienen miles de traducciones; es pues un registro personal para conocer y entender los matices y la diversidad de la urbe que me rodea”, afirmó.
Explicó que ha tomado fotos en el Centro Histórico desde su llegada a México, hace ya 30 años, siempre atraído por la diversidad social y cultural de grandes urbes del país, su movimiento y la relación de la gente con su entorno, con los edificios, entre otros elementos.
Sobre la muestra, Keith Dannemiller dijo sentirse honrado por exponer en la Fototeca Nacional del INAH, principalmente en la sala que lleva por nombre el de uno de los fotoperiodistas mexicanos más importantes del siglo XX: Nacho López, a quien admira y considera uno de sus héroes, no solamente por su trabajo en las calles, sino también por la curiosidad que tuvo por experimentar con procesos fotográficos alternativos.
La exposición permanecerá hasta el 21 de enero de 2018, en la Fototeca Nacional, ubicada en el Ex Convento de San Francisco (Casasola s/n, colonia Centro, Pachuca, Hidalgo). Horarios: martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre.
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