Por: Redacción
Aunque en México existe una gran tradición fandanguera, con diversas expresiones como el fandango veracruzano, el istmeño, el de artesa, el de Tixtla, el de la Sierra Norte de Puebla, el huapango huasteco y la phandánguita p’urhépecha, entre muchos otros, se trata de un fenómeno que, con ciertas características, se realiza en diversas partes del mundo.
Así lo señaló Jessica Gottfried al impartir la conferencia Fandangos del mundo, en la cual apuntó que si bien se pensaba que era un baile de origen español o árabe, en realidad se trata de un fenómeno caribeño, surgido a raíz del mestizaje, entre las influencias africanas y la cultura popular de El Caribe.
En el marco del 5º Encuentro Son Jarocho. Fiesta de las jaranas y las tarimas, precisó que en sí, el fandango es un tipo de fiesta que se realiza alrededor de una tarima, donde ésta funge como un instrumento idiófono, que genera el sonido del tacón del bailarín al chocar con la madera.
La etnomusicóloga y fandanguera señaló que en general el fandango es considerada una fiesta, un evento caótico o como se diría actualmente “un buen reventón”, pero que fue en el siglo XVIII cuando esta palabra se puso de moda en España para nombrar un montón de cosas tanto de los esclavos africanos como de los marineros que cruzaban el Atlántico.
De hecho, dijo, la popularidad del fandango llegó a tal grado que incluso algunos compositores llegaron a incluir partes de fandangos en sus obras, como Mozart hiciera en Las bodas de Fígaro, las cuales fueron un escándalo y quedaron prohibidas en sus representaciones en el escenario del arte culto.
Por ello, el fandango como una fiesta alrededor de una tarima es un fenómeno americano, pues lo único que viene de España son los instrumentos de cuerda como la guitarra y la palabra zapateado y los zapatos de tacón.
La especialista presentó algunos ejemplos de los fandangos españoles, toda vez que la región de Huelva, en Andalucía es considerada la cuna del fandango. Sin embargo, explicó que en la madre patria los fandangos son canciones y bailes con difíciles movimientos de los pies y muy parecidos a la jota, no las fiestas que conocemos en México.
También en Portugal hay fandangos, pero son muy similares a los españoles ya que ahí los consideran “danzas venidas de España”, mientras que en Brasil existe el fandango caiçara que se realiza en la región del Paraná y que tiene características más similares a las de México.
Jessica Gottfried aseguró que este tipo de fiestas que se realizan alrededor de una tarima sonora, no tienen nada que ver con España y que se trata de un fenómeno americano, pues el fandango es una fiesta, no un género musical.
Por su parte, Gilberto Gutiérrez del grupo Mono Blanco, señaló que en varias regiones del país se cultiva el fandango, palabra derivada del bantú que significa rompimiento del orden con carácter ritual.
El músico destacó que el fandango es una experiencia colectiva, una fiesta que rompe el orden cotidiano para hacer la vida alrededor de una tarima donde se da una convivencia sana y familiar.
El 5º Encuentro Son Jarocho, Fiesta de las jaranas y las tarimas que se lleva a cabo en el Centro Nacional de las Artes continuará hasta el próximo domingo 9 de abril con diversas actividades como talleres, conferencias y conciertos.
Este viernes 7 de abril se llevará a cabo un fandango abierto en la Plaza de las Artes del Cenart y el sábado 8 en punto de las 16:00 horas el grupo Mono Blanco de Los Tuxtlas, Veracruz, arrancará en este marco la celebración de sus 40 años de existencia, además tendrá lugar un fandango nocturno en La Quiñonera a las 21:00 horas.
El cierre de esta Fiesta de las jaranas y las tarimas estará a cargo de Jaraneros mixes de Guichicovi, Tacoteno y Félix Baxin y su grupo, en conciertos que arrancarán a las 13:00 horas. La entrada es libre.
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