Por: Vicente Flores Hernández
Por alto que esté el cielo en el mundo… José Emilio Pacheco, uno de los escritores mexicanos más reconocidos por su trabajo en la poesía, en el ensayo y en la traducción dejó este mundo hace dos años, quedando su vida en cada letra, en cada página y en cada sueño que nos regaló.
En su narrativa puso mucho del México que le tocó vivir, sin protagonismos, con relatos sencillos que no son ajenos al lector: testimonial, casi biográfica, de todo lo que los jóvenes hablan a su edad, testigo de su Ciudad de México.
Su narrativa está en su libros ‘La sangre de la medusa y otros cuentos marginales’ de 1959, ‘El viento distante’ de 1963, ‘El principio del placer’ de 1972 y, quizá, su libro más reconocido por que aún se encuentra en el imaginario nacional por su adaptación cinematográfica ‘Las batallas en el desierto’ de 1981.
Por hondo que sea el mar profundo… su poesía fue testimonio de lo que le acontecía al hombre, a sí mismo, referente del crecimiento personal del artista.
De acuerdo con el poeta Hugo Gutiérrez Vega” se sabe muy bien que la poesía es de minorías y la narrativa es de grandes grupos; creo que José Emilio fue un humanista, un hombre de décadas, íntegro. Enseñó con su periodismo cultural, inspiró a los jóvenes a leer, a escribir, no porque fuera didáctico ni mucho menos, sino porque con su ejemplo mucha gente siguió el camino de la literatura”.
Como dice Elena Poniatowska, gran compañera de letras, José Emilio Pacheco “fue un espléndido escritor, uno de los grandes pilares de la literatura mexicana, su poesía y prosa me parecen magnificas, tienen mucho que ver la una con la otra; él hablaba mucho de la colonia Roma en su libro Las batallas en el desierto”.
No habrá una barrera en el mundo que mi amor profundo no rompa por ti… A veces da la impresión de que un escritor crea a sus personajes a partir de un pequeño mundo, cuando se lee la obra de Pacheco, parece ser que abrevia la vida de otros a través de cada pagina que escribió.
Hay muchas personas que en cada obra de José Emilio encuentran reflejada su infancia aunque deja un retrato del mundo contemporáneo, una idea de que no dejó de estar atento al mundo que dejó, hace dos años.
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