Por: Redacción
José Ramón Enríquez recibió la Medalla Bellas Artes 2016 que entregan la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), con la cual se reconoce a los creadores que han enriquecido el patrimonio artístico y cultural de México y cuya obra y trayectoria son ejemplo e inspiración de nuevas generaciones.
En el Palacio de Bellas Artes, acompañado por miembros de la comunidad teatral, así como familiares y amigos, el galardonado agradeció la distinción: “Estoy agobiado, realmente, abrumado, porque es demasiado y realmente no he hecho más que mi deber, no he ido más para allá (…) y que les voy a decir: muchas gracias y pues hay que seguir, ¿no?”.
A sus 71 años de edad, José Ramón Enríquez, recibió en la Sala Manuel M. Ponce, de manos de María Cristina García Cepeda, directora general del INBA, el diploma y la Medalla Bellas Artes.
La titular del Instituto Nacional de Bellas Artes destacó que es un honor hacer este reconocimiento por los méritos y trayectoria artística de José Ramón Enríquez, un hombre que encontró en el teatro y la poesía su forma de ser en el mundo y para quien la lírica es una especie de monólogo interior y la dramática, poesía dialogada.
María Cristina García Cepeda aseguró que se trata de “un hombre de teatro, connotado y reconocido por su dramaturgia, destacado director de escena, docente, actor, crítico, investigador, editor, dedicado promotor cultural y hoy celebramos contigo tus 50 años de trayectoria ininterrumpida en el ámbito escénico de nuestro país”.
Por su parte, Antonio Crestani, director general de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura, destacó que se trata de un hombre de teatro: dramaturgo, director, actor y formador de actores, pero también poeta, ensayista, filósofo, editor y traductor, cuyo primer libro, Ritual de estío, publicó a los 19 años.
En el acto, Luis de Tavira, director artístico de la Compañía Nacional de Teatro, manifestó su gratitud y admiración para uno de los grandes maestros de nuestro teatro, hijo del exilio español nacido en 1945, año de la bomba atómica, a quien calificó como un librepensador comunista y un católico confuso.
En tanto, Juan Meliá, coordinador nacional de Teatro del INBA, celebró este reconocimiento, el más importante en nuestro país, debido a la trayectoria de José Ramón Enríquez, enorme dramaturgo, director de escena y actor.
El también dramaturgo y director, Sergio Galindo, aseguró que el de Enríquez es un teatro que a veces se ve como distinto, por su extraordinaria vocación poética y que el galardonado es una voz indispensable y un autor imprescindible en la historia del teatro contemporáneo en México.
Finalmente, Malena Mijares, maestra en letras, indicó que con justicia se reconoce la indiscutible trayectoria de un hombre versátil, polifacético, maestro de maestros que ha dedicado su vida a las letras y al teatro debido a su amor por la palabra.
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