Por: Redacción/
El Diccionario de mitos clásicos de María García Esperón (Ciudad de México, 1964) y Aurelio González Ovies (España, 1964) con ilustraciones de Amanda Mijangos (Ciudad de México, 1966) es una perfecta introducción al tema. “De la A a la Z, este diccionario presenta un selectivo abecedario (…) de la Antigüedad grecolatina”. Entrelazando prosa y verso, se enlistan los nombres que han protagonizado una serie de relatos fantásticos, todos ellos inscritos en las narraciones más importantes que forman parte de la cultura occidental como un valor esencial.
“Ulises, regresa pronto, que Penélope está sola; mientras tú navegas tanto ella borda que te borda. No te retrases, Ulises, cruza el mar, surca las olas….”. Pensar en la mitología implica remontarse a tiempos ancestrales, por lo tanto, escribir sobre mitología clásica requiere tener un amplio conocimiento de divinidades, personajes e historias fantásticas.
Suele afirmarse que el inicio del mito radica en su capacidad de pasar a lo tangible de una filosofía, o sea, a la acción de obrar con sabiduría. Todos hemos escuchado o leído algún mito, como el de Ulises en la Odisea o el de Orfeo que vela nuestro sueño. Son parte esencial de una formación, por lo trascendente de sus aportaciones y en la transmisión de valores en el marco de la tradición oral.
Creer en algo a veces resulta más importante que comprobar su veracidad, de aquí la importancia de este volumen que es una perfecta invitación a conocer ese mundo pues cuenta con una afortunada selección –corta pero muy bien compuesta — dedicada a quienes pretenden aproximarse al tema de manera clara y precisa. La palabra ‘mito’ deriva del griego mythos que significa historia. De allí la connotación narrativa que se presta a tener distintas extensiones y adquiere sentido en función del contexto en que la utilicemos.
Los personajes descritos entonces son los héroes griegos y romanos; cada cual tiene una habilidad y le corresponde una virtud pero siendo la inmortalidad la característica principal de todos ellos como dioses. A pesar de su origen en el imaginario colectivo, los griegos creían firmemente en su realidad, desde los que habitaban en el cielo hasta los que moraban entre humanos en suelo terrestre, de ello dividían la mitología en tres etapas principales: la edad de los dioses donde se explica la creación del mundo, algunos fenómenos naturales y como operaban éstos en el Olimpo; los mitos en que los dioses convivían con los humanos, ya que los primeros auxiliaban a los segundos poniéndolos a prueba o castigándolos; y la edad de los héroes, que centra su atención en las grandes batallas como Troya y las hazañas de Hércules.
“Por su parte, la Antigua Roma hizo propios algunos mitos de otras civilizaciones tales como la etrusca y la mesopotámica y, evidentemente la griega”, aclaran los editores, gracias a lo cual logró difundir con amplitud su ideología, que imponía el latín como lengua principal en los territorios conquistados, de tal modo que cualquier pueblo bajo el yugo romano debía hablarlo.
Este diccionario ofrece de manera muy accesible una cosmovisión que entrelaza dos imperios de variadas tradiciones pero con creencias que convergen con un repertorio de protagonistas similares, los cuales –conforme van surgiendo– dejan entrever al lector la importancia del papel que jugaban en el mundo antiguo. “Los mitos siempre son actuales como la luz del sol, tan fascinantes como el fulgor de las estrellas, y tan necesarios como el verdor de la naturaleza”. Los nexos que unieron a estos imperios fueron tan fuertes que aún perdura su legado político, militar, arquitectónico y científico, el cual sin duda continuará como referencia en épocas venideras.
Diccionario de mitos clásicos, María García Esperón, Aurelio González Ovies; Ediciones El Naranjo, Secretaría de Cultura; 2017, 176 pp.
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