Por: Redacción
Espeleóloga de vida, dedicada a sortear el camino rocoso, pedregoso y vertical, Dulce García Ávila, pasante de Letras Clásicas de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, fraguada en el esfuerzo, optó por sincretizar el camino de la literatura y el sonido, y así dio a Radio UNAM el Premio Nacional e Internacional de Periodismo 2015 –entregado este año–, en la categoría Divulgación de la Cultura, que otorga el Club de Periodistas de México.
Gracias a “Así se escucha Morelia. La otra cara de Michoacán”, serie de ocho fragmentos radiales de tres minutos cada uno, transmitida en el programa matutino de Radio UNAMPrimer Movimiento, obtuvo el reconocimiento.
El trabajo, desarrollado en el marco de la vigesimoséptima edición del Festival de Música Miguel Bernal Jiménez (que se llevó a cabo en 2015 en Morelia), fue seleccionado de entre más de ocho mil 600 provenientes de México y de otras partes del orbe.
“Es un reportaje partido en dos porque es una serie de ocho cápsulas: cuatro referentes al festival de música y el resto sobre los atractivos culturales de Morelia. Las segundas fueron las que atrajeron, traté de destacar características culturales e históricas; por ejemplo, abordé la danza de los viejitos, del pueblo de Jarácuaro, pero que se representa afuera de la Catedral de Morelia”, explicó García Ávila.
La reportera universitaria relató que en el cumplimiento de la orden de trabajo en dicha ciudad, tuvo la iniciativa, la idea y la temática para formular el trabajo periodístico.
“Una vez que empezaba a platicar con la gente mis preguntas iban enfocadas a la violencia: ‘¿cómo le hacen para vivir aquí sin miedo?’, por ejemplo, pero me respondían que no todo en Michoacán es violencia, ‘porque también tenemos otras cosas, la gente es muy trabajadora y siempre está contenta, ni tensa ni enojada, muy cariñosa, conocedora de sus raíces’”, relató.
Felipa de Neza
Hace poco más de seis años Dulce salió en búsqueda de esos sonidos que le daban vueltas en la cabeza. Llegó a la emisora de la colonia Del Valle, desde la colonia La Perla, en ciudad Nezahualcóyotl, aún con el atavío de la extroversión: mezclilla rota, zapatos amplios y unos anteojos de frasco, donde parecía que almacenaba sus sueños.
Sus compañeros de entonces le llamaban Felipa, pero el significado de su nombre original siempre permeaba. Primero servicio social por las tardes, a la postre prácticas profesionales con coberturas periodísticas durante el día, para los servicios informativos de la emisora radial de la UNAM.
Con las letras como consortes y el periodismo en praxis, la literata en ciernes se metamorfoseó en reportera. Con la experiencia de la investigación, en la edición del sonido y la modulación exacta de su voz, logró productos con el sello de la radio pública.
Por ello, en 2013 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo por Divulgación Científica, otorgado también por el Club de Periodistas de México por su reportaje “La ciencia en la vida cotidiana”. Asimismo colaboró en investigaciones para series televisivas de divulgación científica, como Órale con la Ciencia, que en 2014 ganó el galardón Pantalla de Cristal.
Victima frecuente de la delincuencia, la universitaria nunca ha desistido, ni del aprendizaje ni del código postal.
“¡Claro que me ha ayudado vivir en Neza!, porque estás cerca, o porque es cotidiano ver el dolor de las personas y el esfuerzo. Quienes están allá y han logrado cumplir sus sueños les ha costado un montón, tan solo el trasladarse hasta acá… eso me ha ayudado a volverme un poco más sensible y a juzgar menos a la gente… simplemente verla y describirla, no criticarla”, concluyó.
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