Por: Redacción/
Visiblemente emocionado, el director argentino Fernando Pino Solanas fue galardonado con la Medalla Cineteca Nacional para celebrar cinco décadas del estreno de La hora de los hornos y como reconocimiento a su carrera, comprometida con la realidad social de América Latina.
“Para mí es una tarde inolvidable, semejante homenaje la verdad no me lo esperaba”, aseguró el cineasta para quien volver a México es una experiencia entrañable, ya que se trata de un país generoso de América Latina, que tuvo la primera gran revolución mundial del siglo pasado, la de 1910, y que acogió a todos los exilios de múltiples colores, sobre todo a los argentinos.
“Estoy muy feliz”, señaló el realizador nacido en 1936, ya que el reconocimiento incluye una retrospectiva de su filmografía, ante la cual se preguntó cómo no se ha cansado antes, ya que buena parte de su vida ha escapado al mordisco artero de “la señora de la guadaña”.
Luego de la entrega de la Medalla Cineteca Nacional, se proyectó La hora de los hornos de 1968, una película que era necesaria para un momento precisó y trágico de Argentina y de América Latina, que vivían entre dictaduras militares y golpes de Estado.
En ese contexto, dijo, se creía que era imposible cambiar la situación de esos países y su grado de deterioro, de miseria, de injusticia social y explotación, por las vías democráticas burguesas y a pesar de todo, Fernando Solanas decidió hacer la cinta con la misma libertad que un escritor hace un libro.
“Esta película está expresando el grito de protesta y de rebelión contra la opresión y la injusticia”, por lo que en 1968 sorprendió a todo el mundo y en Argentina tuvo que crearse un sistema alternativo de exhibición cinematográfica para poder proyectarla y sortear la censura y la represión del régimen.
A 50 años de haber sido realizada La hora de los hornos, el cineasta consideró que vale la pena recordar esos tiempos, ya que, por ejemplo, en Argentina, la democracia todavía es bastante formal y necesita desinfectar el Poder Judicial y a los organismos de inteligencia y represión que siguen estando casi iguales.
Fernando Pino Solanas recordó que también fungió como diputado en la Reforma a la Constitución Nacional de su país, en la cual se estableció un artículo “que jerarquiza, exige y plantea la obligación de levantarse en armas en defensa de la Constitución Nacional”.
Por su parte, el director de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, destacó el honor entregarle la medalla a uno de los cineastas argentinos más importantes, cuya cinta La hora de los hornos, resulta fundamental pues es una obra clave para el nuevo cine latinoamericano de los años sesenta de corte militante.
Indicó que hace poco más de un año, La Cineteca Nacional propuso a Pino Solanas la realización de una retrospectiva de su obra, para conmemorar los 50 años de La hora de los hornos, filme que también recibió un homenaje en el Festival Internacional de Cine de Cannes en mayo pasado.
La hora de los hornos, dijo, “surge como obra mayor por su vibración y ambiciones totalizadoras, análisis crítico de la historia y la sociedad argentina desde una óptica muy de la época. Sorprende además por una propuesta formal muy elaborada en la que las influencias de Sergei Eisenstein y los soviéticos coexisten con formas sesenteras derivadas de Santiago Álvarez, la estética pop y la publicidad.
Sin embargo, apuntó que la obra de Fernando Solanas incluye ficción con cintas como Los hijos de Fierro; Tangos, el exilio de Gardel, Sur; El viaje, y La nube, en las que el cineasta “continúa su reflexión sobre la Argentina reciente, el exilio, el regreso, la búsqueda de las raíces y la identidad”.
Asimismo ha hecho documentales surgidos a partir de la crisis de 2001 en Argentina, el más reciente de los cuales es Viaje a los pueblos fumigados, en los que se muestra a un Solanas preocupado por el deterioro social y económico actual.
Solanas, actualmente senador en su país, es el segundo director argentino en ser reconocido con la Medalla Cineteca Nacional, luego de Adolfo Aristarain. La retrospectiva de la obra de Fernando Solanas incluye la proyección de 12 cintas hasta el 2 de agosto.
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