Por: Redacción
La soprano Renée Fleming, una de las últimas divas de la ópera, se despedirá de los escenarios el sábado 13 de mayo interpretando el papel de la Mariscala en El caballero de la rosa, de Richard Strauss, que será proyectada en vivo en la pantalla gigante del Auditorio Nacional en una transmisión vía satélite desde la Metropolitan Opera de Nueva York.
En temporadas recientes Fleming, de 58 años, ha interpretado, a modo de despedida, sus papeles favoritos. Con la ópera de Strauss encarnará a una mujer que, casada, sostiene una aventura con un joven y cobra conciencia del paso del tiempo y de lo que significa envejecer. En su más famosa aria, con la que concluye el primer acto, pide que se detengan los relojes.
Renée Fleming debutó como cantante de ópera en 1986, en el Teatro Estatal de Salzburgo, interpretando a Konstanze en El rapto en el serrallo, y desde entonces se perfiló como una de las figuras más carismáticas y versátiles de la escena contemporánea. Capaz de interpretar lo mismo a Mozart, Barber, Massenet y Rossini que a Björk, o canciones de Arcade Fire, Peter Gabriel y Leonard Cohen (estos tres en su álbum Dark Hope, de 2010) e incluso covers de Ella Fitzgerald —como lo hizo a finales de abril de este año en el centenario del nacimiento de la jazzista—, Fleming es la única cantante operística que ha recibido la encomienda de interpretar el himno nacional estadounidense en el Súper Tazón (lo hizo en el XLVIII, de 2014).
El caballero de la rosa es en el repertorio de Richard Strauss (1864-1949) una de sus obras más amables y ligeras si se le compara con trabajos previos como Salomé (1905) y Elektra (1909). Calificada como una ópera cómica, describe los vaivenes del amor en el personaje de Octavian (la mezzo-soprano Elīna Garanča), que encarna al apuesto y joven amante de la Mariscala (Renée Fleming), mujer poderosa y casada a disgusto desde hace muchos años con un hombre de la corte. Y si bien Octavian jura que amará por siempre a la Mariscala, una súbita encomienda con la cual conoce a una chica (la soprano Erin Morley), le hace cambiar de decisión.
Strauss y el libretista Hugo von Hofmannsthal, hombres de su tiempo, situaron originalmente la trama en el siglo XVIII, con pensamiento e ideas del naciente XX, de manera que no condenan el hecho de que la Mariscala sea infiel a su marido con un adolescente y permiten que la joven mujer de la que se enamora Octavian decida no casarse con un hombre prepotente que ya la había elegido, cuando en aquella época las mujeres no podían oponerse a las decisiones masculinas.
Durante su estreno en enero de 1911, no poco escándalo provocó que la primera escena de El caballero de la rosa muestre en una alcoba a dos mujeres que han pasado juntas la noche y una de ellas asuma el rol masculino. La confusión se convierte en juego cuando el primo de la Mariscala persigue a una criada que en realidad es un joven disfrazado.
La nueva producción de El caballero de la rosa está a cargo de Robert Carsen, quien la estrenó hace unos meses en Londres y desde el pasado 13 de abril la ofrece en la Metropolitan Opera de Nueva York. El montaje, aunque fastuoso, se ha alejado de la Viena del siglo XVIII y sitúa la historia en vísperas del inicio de la Primera Guerra Mundial.
En vivo desde el Met de Nueva York: El caballero de la rosa se presenta en el Auditorio Nacional con subtítulos en español, el sábado 13 de mayo, a las 11:30 horas. Duración aproximada, 4:12 horas. Boletos: De $60 a $400, disponibles en las taquillas del foro sin cargo extra y en el sistema Ticketmaster.
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