Por: Redacción
Después de 113 años, el Metropolitan Opera presentará el próximo sábado una ópera escrita por una mujer: El amor de lejos (L’Amour de Loin), de la compositora finlandesa
Kaija Saariaho. Semejante hito podrá presenciarse en vivo, vía satélte y con subtítulos en español, en la pantalla gigante del Auditorio Nacional, este 10 de diciembre
a las 12:00 horas.
La producción contará con la presencia de la directora orquestal Susanna Mälkki, también de origen finlandés, que en la historia del Met será la cuarta mujer en pisar el podio; recientemente fue designada como titular musical de la Orquesta Filarmónica de Helsinki y huésped a la batuta de la Filarmónica de Nueva York.
El amor de lejos tendrá a Robert Lepage como responsable de la puesta en escena, quien esta vez echará mano de un mar de cintas de luces LED que se extienden por el escenario y el pozo de la orquesta. En el foro estarán el bajo-barítono estadounidense.
Eric Owens, que encarna al caballero en búsqueda del amor, la soprano estadounidense
Susanna Phillips, su amante del otro lado del mar, y la mezzo soprano canadiense
Tamara Mumford, quien representa al peregrino que trae mensajes de una a otro.
Lejos de ver su presencia en el Met como una conquista de género después de que Ethel Smith la antecedió en el Met en 1903 con Der Wald (El bosque), Kaija Saariaho preferiría que los medios prestaran atención a otros puntos. Hace unos días declaró a la National Public Radio estadounidense: “Es un tanto ridículo. Siento que debería yo estar hablando más de mi música que de ser una mujer”.
L’Amour de Loin fue estrenada en Salzburgo, Austria, en el año 2000 y ha sido presentada con 10 producciones distintas en tres continentes; es la primera ópera escrita por Saariaho, quien posee un amplio repertorio orquestal y con esta obra decidió explorar la relación del amor con la muerte a partir de la mentalidad de los dos personajes centrales.
“¿Qué significa que amemos a alguien? ¿De verdad amamos a esa persona o lo que amamos es a nuestra idea del amor? Y luego está la muerte, ¿qué nos pasa cuando perdemos a quien amamos?”.
La ópera está basada en un hecho real sucedido en el siglo XII, entre un príncipe trovador francés enamorado de una condesa que vivía en lo que hoy es Líbano. Nunca la conoció y sólo supo de ella por testimonios de viajeros; pero eso no le impidió escribirle baladas, algunas de las cuales han llegado hasta nuestros días.
Sobre la historia creada por Susanna Mälkki Jaufré Rudel, Príncipe de Blaye, está cansado de la vida pueril con sus jóvenes amigos y se aparta de ellos, convencido de que hay una mujer que podrá amarlo de manera distinta y leal. Ignora las burlas de sus amigos y un peregrino le dice que tal mujer sí existe.
El peregrino regresa al Este a comunicarle a la Condesa de Trípoli que en Occidente un príncipe-trovador la celebra, llamándola su “amor de lejos”. Ofendida al principio, la mujer empieza a soñar después con ese extraño y distante amante, pero no puede evitar preguntarse si es merecedora de tal devoción. El peregrino va de nuevo con el príncipe para advertirle que la señora sabe que él canta sobre ella.
El trovador decide visitarla, pero ella preferiría que las cosas se queden a la distancia, pues no quiere sufrir. Desatendiendo la petición, él se embarca y comienza a padecer sentimientos mezclados: la impaciencia y el arrepentimiento por obedecer a sus impulso se apoderan alternadamente de él. Tan grande es su angustia que cae enfermo y llega agonizante a Trípoli.
Cuando el barco arriba, el peregrino le advierte a la condesa que su enamorado se halla cerca pero en mal estado. Ante ella, el príncipe revive gradualmente y se declaran su pasión mutua.
Repentinamente Jaufré muere en sus brazos, la condesa clama contra el Cielo y ante el desastre decide ingresar en un convento. En la última escena la vemos orando, pero sus palabras son ambiguas, y no sabemos con exactitud a quién reza, si a Dios o su “amor de lejos”.
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