Por: Redacción/
El Premio Nacional de la Cerámica, galardón instaurado hace 41 años, fue entregado la mañana de este miércoles 6 de diciembre por María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura, en representación del Presidente de la República Enrique Peña Nieto, a artesanos de Chiapas, Michoacán, Jalisco, Chihuahua, Veracruz y del Estado de México.
En la ceremonia realizada en la sede de la Secretaría de Cultura, estuvieron presentes Jorge Gutiérrez Vázquez, subsecretario de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura; Jorge Lamas, representante del Gobierno de estado de Jalisco; María Elena Limón, presidenta municipal de Tlaquepaque; Israel Hiram Ortiz Huerta, encargado de la Dirección de Operaciones del Fonart; Jacinto Chacha Antele, director general de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura, y Fernanda Matos Moctezuma, representante del jurado calificador.
María Cristina García Cepeda destacó la importancia de este premio porque refleja la riqueza cultural del país, con todas las manifestaciones que le dan identidad y orgullo, y reconoce a hombres y mujeres que con su trabajo “hacen recordar memorias, imágenes, vivencias y palabras de nuestros abuelos que perduran en el tiempo”.
Refirió que la artesanía forma parte de la vida cotidiana y de nuestras tradiciones, plasmadas en esas obras que nos identifican, y en ese sentido recordó las palabras de Octavio Paz: “Entre los pétalos de la arcilla nace sonriente la flor humana”.
“Ustedes, los artesanos, muestran en el mundo, más allá de nuestras fronteras, la voz que difunde nuestra cultura, conservando nuestras tradiciones milenarias y legando su saber y tradición a las nuevas generaciones”, dijo María Cristina García Cepeda.
Fernanda Matos Moctezuma, en representación del jurado calificador, recordó que el vasto y variado conjunto de piezas les confirmó el gran mapa cultural que existe en México y la capacidad creadora de los habitantes de cada región donde ha florecido la cerámica desde hace siglos.
Mencionó que los más de mil objetos enviados desde 30 estados de la República mostraron a los integrantes del jurado la frágil división que se encuentra entre el arte y la artesanía, lo cual deja a la vista el peso simbólico de la cultura popular.
“Cada pieza no fue producto de una dinámica serial o mecánica, nació de la imaginación y son testimonio de culturas que se transforman de acuerdo a las características regionales. Son piezas excepcionales que nos hablan en conjunto de la gran riqueza de nuestro país”.
Martín Hernández Sánchez del Estado de México, ganador en la categoría de Cerámica en miniatura, dijo en nombre de los galardonados, que este premio es esperado con ansia por parte de quienes hacen artesanía y se preparan año con año en sus comunidades.
“Trabajar el barro es para nosotros una actividad muy noble, con este material podemos mostrar nuestra historia, la de nuestro pueblo y la herencia de nuestros padres y abuelos, misma que nosotros heredaremos a nuestros hijos y nietos. Ser artesano es un orgullo porque hay que traer el barro desde lejos, tamizarlo, bruñirlo, modelarlo, hornearlo y decorarlo, es una labor dura pero a la que dedicamos nuestro amor”.
Durante la ceremonia se entregaron también reconocimientos a Jerónimo Morquecho, de San Cristóbal de las Casas, Chiapas por Cerámica contemporánea; Marcos Martínez Reyes, de Capula, Michoacán en la categoría de Alfarería tradicional sin plomo; José de Jesús Álvarez, de Tonalá, Jalisco por Cerámica tradicional; Perla García López, de Delicias, Chihuahua por Escultura en cerámica; Carmen Gutiérrez, de Naolinco, Veracruz por Cerámica navideña; y Alejandro Romero, de Capula, Michoacán en la categoría de Figura en arcilla.
María Elena Limón, presidenta municipal de Tlaquepaque dijo finalmente que los artesanos encuentran en el acto de moldear su propia tierra con sus alegrías y su forma de sentir.
“Les damos gracias por darle vida a este país con sus creaciones. Año con años encontramos en esta tradición las formas y el corazón de nuestros ancestros”.
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