Por: Redacción/
Una historia de amor adolescente es el marco del que el dramaturgo y actor Miguel Ángel Tenorio se vale para revivir el Movimiento Estudiantil de 1968 en la puesta en escena 68: las heridas y los recuerdos que a 13 años de recorrer diversos escenarios, celebra más de 300 representaciones.
En una función especial por el cierre de temporada que la obra tuvo en el Centro Cultural El Foco y que Miguel Ángel Tenorio dedicó en memoria de sus padres recientemente fallecidos, fue develada la placa conmemorativa por las más de 300 funciones a 50 años del movimiento estudiantil.
Estrenada el 18 de febrero de 2005 en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), 68: las heridas y los recuerdos es una obra original, contada por el propio Miguel Ángel Tenorio de manera unipersonal, protagonizada por Pedro y Gloria.
Se trata de una pareja de enamorados de 14 años que estudian en la Prevocacional 3 del Instituto Politécnico Nacional, quienes a la par del desarrollo de su amor adolescente, incursionan en las manifestaciones estudiantiles de aquel año.
Entre canciones de la época, de bandas como Los locos del ritmo, The Rolling Stones, The Beatles y Bob Dylan, los jóvenes narran sus vivencias en las diferentes manifestaciones como la del 1 de agosto encabezada por el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, o la del 5 de agosto, convocada por maestros del Politécnico.
A través de un gran despliegue histriónico, Miguel Ángel Tenorio da voz a estos personajes que recuerdan la emoción que sentían de marchar junto a miles de estudiantes rumbo al Zócalo, cantando el Himno Nacional y recibiendo el apoyo de la población que les gritaba “no se dejen”.
68: las heridas y los recuerdos habla también de la violencia, del desalojo con tanques y camiones militares del campamento que los estudiantes instalaron en La Plaza de la Constitución, así como de la Marcha del Silencio y las Antorchas del 13 de septiembre y de la entrada del Ejército a Ciudad Universitaria el 18 de septiembre.
En este escenario recreado por Miguel Ángel Tenorio, el espectador llegará finalmente al 2 de octubre, cuando en punto de las 18:10 horas se abre fuego contra los estudiantes en la emboscada que se tiñó de matanza en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
El 68 les cambió la vida a muchos y para recordar estos importantes sucesos de la historia nacional, Miguel Ángel Tenorio creó esta obra unipersonal que ha presentado en escuelas, bares, cafés, plazas públicas, bibliotecas, salones de clase y teatros a lo largo de los últimos 13 años.
Para develar la placa conmemorativa por las más de 300 funciones de 68: las heridas y los recuerdos, se contó con la presencia de los actores Zaide Silvia Gutiérrez y Patricio Castillo, grandes amigos de Miguel Ángel Tenorio.
En su oportunidad, Patricio Castillo celebró la labor que con esta obra ha hecho el dramaturgo y actor, al que calificó como un moderno juglar que ayuda a los jóvenes a recordar nuestra historia, pues quien no la conoce, dijo, está condenado a cometer el mismo error.
Precisó que el Movimiento Estudiantil de 1968 y la noche del 2 de octubre son hechos muy recientes y Las heridas y los recuerdos, nos ayuda a revivir esa historia entre risas, a pesar del drama que fue para muchos.
Tras esta función especial, Miguel Ángel Tenorio anunció que este año ofrecerá una segunda temporada de 68: las heridas y los recuerdos en los meses de septiembre y octubre en el Centro Cultural El Foco.
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