Por: Redacción
Con una reflexión en torno al proceso para integrar a la cultura en la Constitución de la Ciudad de México, el Secretario de Cultura capitalino, Eduardo Vázquez Martín, ponderó ante la Comisión Carta de Derechos de la Asamblea Constituyente que en la política pública del Gobierno local ya se aplican los derechos culturales, pero deben quedar plasmados en la nueva legislación.
“La política cultural de la ciudad está organizada de acuerdo con los derechos culturales, como se expresa en la Declaración de Friburgo. A cada derecho cultural le hemos construido una política y a cada política un programa y acciones para hacer efectivo ese derecho cultural”, indicó Vázquez Martín en la mesa de trabajo que se llevó a cabo en el Salón 2 del Palacio de Minería el jueves 3 de noviembre.
El titular de la SCCDMX expuso que el marco teórico del texto entregado a la Comisión de Carta de Derechos, presidido por Marcela Lagarde y que discute los artículos del 8 al 19 del proyecto de la Constitución presentado por el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, donde se enuncia un catálogo de derechos culturales, contiene el espíritu de la Declaración de Friburgo, pero también de la Agenda 21 de la Cultura-CGLU (Ciudades y Gobiernos Locales Unidos).
“La Agenda 21 de la Cultura es el espacio donde se le ha corregido la plana a la Organización de las Naciones Unidas y más allá del desarrollo social, económico y medioambiental, el desarrollo tiene un cuarto pilar: la cultura. La ciudad no sólo se ha unido a ese programa, sino que es ciudad líder en su aplicación”, enfatizó.
Ante esta situación, exhortó a los diputados de esta comisión instalada el pasado 18 de octubre, entre quienes se encuentran Horacio Franco, Fabrizio Mejía Madrid, Héctor Bonilla, Bruno Bichir, Clara Jusidman, Margarita Valdés, Beatriz Pagés y Roberto López Suárez, a plasmar en la Constitución lo que ya aplica la Ciudad de México en materia de cultura y en verla como el cuarto pilar de desarrollo.
Como ejemplo de que la cultura es un elemento que detona el desarrollo, Vázquez Martín señaló que este ramo le aporta a la ciudad el 7 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB), pero solamente se le destina el 1 por ciento del presupuesto. Sin embargo, sobre el recorte anunciado por el Gobierno Federal, recordó el compromiso del Jefe de Gobierno de garantizar los recursos destinados a cultura en el 2017.
Durante la mesa de trabajo, el funcionario capitalino también reiteró que la nueva Constitución de la Ciudad de México debe reconocer la diversidad y multiculturalidad, partiendo de ver a la cultura como un bien al que todo individuo tenga derecho y no como uno “elitista y evangelizador” del que sólo unos cuantos gocen.
Con respecto a la redacción de los derechos culturales integrados en el proyecto de la Constitución, Vázquez Martín expresó que colaboraron especialistas en derecho cultural y políticas públicas, como el antropólogo Leonel Durán y el doctor Bolfy Cottom, quienes estuvieron en la reunión de trabajo de la comisión.
Como parte de los derechos culturales de los ciudadanos, enlistó el respeto a la identidad cultural en la diversidad de sus modos de expresión; el respeto por la propia cultura y las culturas que en su diversidad constituyen el patrimonio común de la humanidad; y el derecho a la preservación de la memoria histórica y al conocimiento de la historia local y nacional, entre otros.
Comentó que a través de las correcciones y mejoras al texto, por primera vez habría una Constitución con un catálogo de derechos culturales inspirados en la Declaración de Friburgo y otras legislaciones de vanguardia, pero que además corresponden a una historia de los procesos de lucha democrática que en el mundo de la cultura se han dado en México.
En su intervención, también sugirió incluir en la redacción de la Constitución la palabra arte (y/o artístico/a) para darle mayor fuerza a la cultura, como el acceso al patrimonio cultural y artístico, la participación en la vida cultural y artística a través de las actividades que libremente se elijan y a los espacios públicos para las expresiones culturales y artísticas.
En lo relativo a las aportaciones en materia de patrimonio cultural, subrayó que durante décadas este tema se ha dejado en manos del Gobierno federal a través del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dejándose de lado el compromiso de la ciudad por reconocer y catalogar su propio patrimonio.
“La defensa del patrimonio tiene que ser una causa común. Las leyes federales en la materia son fundamentales pese a sus limitaciones y a las instituciones a las que me he referido, porque si no nuestro patrimonio habría sufrido mucho más deterioro. De lo que se trata es de armonizar la Constitución en esta materia con las leyes nacionales”, enfatizó.
Tras la exposición de Eduardo Vázquez, los diputados manifestaron algunas inquietudes, como Horacio Franco, quien habló sobre incluir a la educación artística en la Constitución; Héctor Bonilla, quien expresó su interés por ofrecer espectáculos de calidad a bajo costo, así como Fabrizio Mejía y Bruno Bichir, quienes pusieron sobre la mesa el tema de los derechos de los trabajadores de la cultura.
En el tema de educación artística, el titular SCCDMX comentó que la Ciudad de México atiende a 25 mil personas tanto en la educación no formal a través de la Red de las Fábricas de Artes y Oficios (Faros), museos y centros culturales, como aquella que se hace de manera profesional en las escuelas de música y danza del Centro Cultural Ollin Yoliztli.
“Queremos que todos los temas particulares entren en la redacción de la Constitución, construir un marco general sobre el derecho a la educación artística, a la participación de la diversidad, a la inclusión de generar proyectos, a participar por medios democráticos en el desarrollo cultural de las comunidades”, comentó el Secretario de Cultura local.
Antes de cederle la palabra al coordinador de los trabajos para redactar la primera legislación de la Ciudad de México, Porfirio Muñoz Ledo, Vázquez Martín invitó a los diputados a acercarse a la Secretaría de Cultura local para enriquecer las políticas culturales con acciones y programas específicos.
En su oportunidad, Muñoz Ledo recordó que antes de 1997 no existía una política cultural en la Ciudad de México. “Vivimos a nivel nacional una brutal ruptura, defendimos los secretarios de Educación con las uñas, desde el famoso discurso de José Vasconcelos y no se diga de Jaime Torres Bodet, que nunca se desvinculara a la educación de la cultura”, puntualizó.
En este sentido, el coordinador de los trabajos para elaborar la primera Constitución de la Ciudad de México hizo hincapié en su interés por que la cultura y la educación tengan un lugar preponderante en el marco legislativo, que podría quedar listo en los primeros meses del 2017.
El proyecto de Constitución está integrado por ocho títulos: principios constitucionales, carta de derechos, desarrollo sostenible de la ciudad, ciudadanía y ejercicio democrático, distribución del poder, buena administración, relación con el gobierno federal y reformabilidad, progresividad e inviolabilidad de la constitución.
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