Por: Roberto Barco Celis
México cuenta con un patrimonio cultural que lo coloca como líder de América Latina y en una posición privilegiada en el mundo en esta materia, pero ante los riesgos constantes que enfrentan zonas y monumentos arqueológicos requiere de mecanismos para garantizar su conservación y protección, consideró el senador Jorge Aréchiga Ávila.
El legislador del Grupo Parlamentario del PVEM presentó ante la Comisión Permanente una iniciativa para establecer la obligación de que los monumentos y zonas arqueológicos cuenten con un plan de manejo, resultado de un proceso de planeación para dirigir, organiza y regular las estrategias, proyectos y actividades encaminadas a su conservación, protección y mantenimiento integral en un corto, mediano y largo plazo.
En el proyecto, que adiciona diversas disposiciones a la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, sugirió que al director o encargado de zona arqueológica que incumpla durante su encargo con esta obligación se le imponga prisión de tres a 10 años y multa hasta por el valor del daño causado a los monumentos arqueológicos.
Además, propuso que a los responsables de implementar las acciones y medidas consideradas en el plan de manejo y programas operativos anuales, que por omisión, descuido o intención genere un daño o ponga en riesgo la conservación de los monumentos arqueológicos se les sancione con cárcel de tres a 10 años y de dos mil a tres mil días multa.
Aréchiga Ávila destacó que el patrimonio cultural se ve amenazado por múltiples factores, uno de estos es el crecimiento poblacional o demográfico, lo que permite que los monumentos y zonas arqueológicas sean cercados por manchas urbanas de localidades adyacentes, ocasionando daños irreversibles por todos los efectos generados por las actividades humanas.
Citó el caso en Teotihuacán, “el cual demuestra que la falta de un plan de manejo y su correspondiente inspección y vigilancia, permitió la autorización de construcción y apertura de una tienda en a escasos 2.5 kilómetros de la Pirámide del Sol, dentro del perímetro establecido en el decreto por el que se declara zona de monumentos arqueológicos”.
“La falta de un plan de manejo y su consecuente inspección y vigilancia en este caso en particular, conlleva que la afectación al sitio arqueológico no sólo sea estético, histórico y cultural, por el contrario, ostenta un daño irreversible, acumulativo y continúo, ya que perturba diariamente y de forma directa la conservación de los monumentos y la zona arqueológica, porque con la construcción de la tienda se ha incrementado la capacidad de carga del sitio arqueológico”, expresó el senador.
En este contexto, consideró necesario adicionar como obligación que “los planes de manejo estén sujetos a acciones de inspección y vigilancia” por las autoridades correspondientes.
Los documentos técnicos deben tener como requisito inexcusable la capacidad de carga de cada zona y monumento arqueológico y contemplar la delimitación de al menos dos polígonos dentro de la zona arqueológica para lograr un mayor amortiguamiento y protección.
En la iniciativa que se turnó a la Comisión de Cultura, Jorge Aréchiga Ávila expuso que nuestro país tiene un gran patrimonio cultural que data desde los pueblos originarios hasta nuestros días, con lo que hemos construido un acervo nacional con grandes riquezas arqueológicas, históricas y artísticas.
Dicho patrimonio cultural se integra por 187 zonas arqueológicas abiertas al público, mil 184 museos, siete mil 363 bibliotecas públicas, 594 teatros, mil 852 centros culturales y 869 auditorios, entre otros espacios, en los cuales se desarrolla una actividad cultural permanente.
“Este legado coloca a México como líder de América Latina y en una posición privilegiada en el mundo en materia cultural, pero también conlleva una enorme responsabilidad para conservarlo en beneficio de la historia de la humanidad y preservarlo en las mejores condiciones para que puedan disfrutarlo futuras generaciones”, enfatizó.
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