Por: Redacción 

Recitando sus poemas y los de sus colegas fue la mejor manera de homenajear a Elsa Cross, pero sobre todo se celebró a la poesía en el marco de Di/verso. Encuentro de poemas en la Ciudad de México 2016 organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México en colaboración con la Coordinación de Difusión Cultural, la Dirección de Literatura y “Periódico de Poesía” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La Casa del Poeta Ramón López Velarde abrió sus puertas para que Coral Bracho, Antonio Deltoro, Eduardo Hurtado, Elva Macías y Ursus Sartoris reconocieran la trayectoria y la mística plasmada en los versos de la catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM Elsa Cross, quien solicitó a sus colegas que leyeran sus propios poemas a manera de homenaje, pero no a ella, sino a la poesía.

“El sentido de un homenaje realmente es ver que es para la poesía más que para una persona u obra en particular, y es lo que me ha gustado de escuchar lo que mis colegas queridos han leído”, expresó la poeta mexicana al retomar las ideas del Premio Nobel de Literatura, el poeta francés Saint-John Perse.

Amigos, colegas y admiradores de su obra se dieron cita para brindar un reconocimiento a la autora de una gran cantidad de versos repletos de mística, espiritualidad y divinidad. Elsa Cross aprovechó el momento para presentar y leer fragmentos de su más reciente poemario, titulado Insomnio (ediciones Era), el cual empezó a escribir durante un viaje a la India.

La poeta compartió con los presentes los últimos versos del libro, nacidos de un sueño que le cuestionaba si era el final de su carrera en las letras, situación que afronta en el texto.

Elsa Cross es ganadora de múltiples reconocimientos, como el Premio de Poesía Jaime Sabines-Lapointe 2007, otorgado en Quebec, Canadá; el Premio Xavier Villaurrutia 2007; el Premio Universidad Nacional 2009, y el Premio Roger Callois 2010. Es autora de libros como Poemas desde la India (1993), Urracas (1995), Bacantes (1982), El vino de las cosas (2004), Beyond the Sea (2016), entre otros.

Eduardo Hurtado rememoró que hace 20 años en el mismo recinto se le rindió también un homenaje a Elsa Cross, para el cual él mismo escribió unas palabras que a la fecha siguen vigentes: “a pesar de que la obra de Cross no es pródiga en los nombres propios, el nombre simple y directo de los amigos o del amante, su poesía reúne las tres voces que confluyen en las obras que de veras cuentan: la de la especie, la de la época y la de su propia vida”.

De la misma forma, Antonio Deltoro se refirió a la obra de Cross como “un peregrinaje nada católico por los círculos donde la poesía está más cerca de lo sagrado, poemas de viaje por lugares y fechas en donde lo profano se liga con lo divino, donde lo sagrado aparece en medio de la sustancia terrena y echa raíces; poesía en constante contacto con lo sagrado múltiple, con lo sagrado de muchas culturas y religiones”.

En cada intervención los poetas invitados deleitaron a la audiencia con versos de su autoría, algunos más cerca y otros más distantes del estilo de Elsa Cross, pero convergiendo en la estética de la poética. Elva Macías recitó los poemas Estambul y Enero, extraídos de su libro “Caravanas de riesgo” y La silla turca y Materia oscura de su poemario “Jinete en contra”; Ursus Sartoris leyó los versos inéditos La hora del té y Ofrenda de sacrificio.

Asimismo, Eduardo Hurtado adelantó parte de la poesía contenida en su próximo libro, que llevará el nombre de “Renata” en honor a su nieta; Antonio Deltoro pronunció Un árbol y Paisaje de raíces —este último para el autor tiene cierta similitud con ciertos pasajes de la obra de Elsa Cross, pero sin la presencia de lo sagrado.

Por su parte, la poeta Coral Bracho optó por leer partes de los poemas Urracas, Presencia y Canciones del Egeo, escritos por la homenajeada.