Por: MUGS / Redacción
Haber cumplido con el oficio del periodismo resulta una bendición, dice David Martín del Campo tras reflexionar en torno al trabajo que ha realizado durante casi 40 años, y en los que ha ido del periodismo a la literatura.
Con su última novela aún bajo el brazo El último gladiador (2015), el escritor recuerda los viejos años en los que se desempeñó como periodista, en la redacción de notas, la cobertura de eventos, asiduo reportero de sus fuentes.
David Martín del Campo (Ciudad de México, 21 de enero, 1952) reconoce “el aprendizaje obtenido tras escribir hasta siete notas en una tarde y teclear como loco, uno aprende a desafiar, a ser un poco respetuoso con el lenguaje”. Entre otras cosas, los beneficios sumados le trajeron cualidades útiles a su oficio de novelista, “como reportero cumples diferentes aspectos de la realidad noticiosa, algo se te queda en el alma o en la conciencia y que de alguna manera va a nutrir tus libros”.
Y es que después de haber colaborador por muchos años en periódicos como unomasuno y La Jornada, el escritor consolidó su pasión por las letras a través de la creación novelística. Isla de lobos (1987), Dama de noche (1990) y Alas de Ángel (1990).
David Martin del Campo ejerció el oficio de reportero y la literatura “con la soltura del que se sabe destinado a plasmar en letras los mundos imaginario y real que nos acongojan, nos deleitan, nos rodean”, escribe Mauricio Carrera en el prólogo del libro.
La delgada línea que separa el quehacer del periodismo con la labor del novelista es concebida por el autor como una frontera invisible en donde no existe rivalidad: “cuando optas por hacer novelas tienes que dar un salto adelante o subir un escalón dado que la literatura es distinta, el lenguaje es más elevado, más profundo, en la literatura hay una mentira del arte y en el periodismo teóricamente hay objetividad”, afirma el novelista.
En El azul de Van Gogh, publicado en la colección de Periodismo Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en el año 2011 el autor deja huella de su prosa. “El estilo periodístico de David Martin del Campo es el de la curiosidad satisfecha con una prosa intachable, culta y juguetona. […] Una vez le preguntaron: ‘¿Por qué escribes?’, y él respondió: ‘Porque ha sido el modo menos complicado de acercarme a la felicidad’”, cita Mauricio Carrera.
El escritor busca en los pasajes de la realidad cotidiana los detalles inadvertidos de la vida misma en los capítulos “Cosas de la vida” y “Pompa y circunstancia”. El autor comenta: “en esos artículos, pienso mucho en la pluma de José Alvarado, sus escritos me encantaban tenían ese tono de melancolía por el pretérito que se nos va de las manos, de alguna manera yo lo homenajeo”.
Sumado a esto, las reflexiones en torno a los espacios físicos y a la vida le dan oportunidad para escribir a manera de un diario de viaje en los capítulos “Pasaporte en mano” y “Hermosa provincia mexicana” donde regala paisajes a través de su construcción narrativa, “yo los recogía un poco como haciendo esa historia lateral que no recogen los libros oficiales, anécdotas secretas que uno conoce a lo largo de la vida”, relata el autor.
Su más reciente novela El último gladiador (2015), editada por Literatura Random House, ahonda en las rebeldías tardías de un hombre de 60 años que se niega a entrar a la vejez y busca satisfacer pasiones no resueltas mediante la búsqueda de un amor pendiente en su vida. A través de un viaje largo, el protagonista vive todo tipo de aventuras, afronta el mundo en una suerte de Cervantes: “de alguna forma es un homenaje a El Quijote; (el protagonista) se hace acompañar por una muchachita que se sube en su auto y se dan aventuras muy interesantes de tipo Quijote y Sancho pero en el México de fin de siglo”, explica David Martín del Campo.
El libro, a decir del novelista, destaca del resto de sus trabajos por ser mucho más maduro, profundo y serio; entre conversaciones con amigos, platicas con su familia, anécdotas de periódicos y fotografías, Martín del Campo integra su experiencia de vida en algunas de las aventuras del libro, “es una novela que de alguna manera yo digo que se me adelantó, la escribí hace unos cinco o seis años y el personaje tiene la edad a la que estoy a punto de cumplir”.
Con dos nuevas novelas terminadas y un libro infantil, el autor asegura que todo el tiempo está escribiendo, “la semana pasada inicie una novela juvenil para lectores de 10 u 11 años, depende de los editores que salga una primero u otra después”.
David Martín del Campo, licenciado en comunicación por la UNAM y egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), ha publicado más de 30 libros, entre novelas, crónicas ensayos y biografías. Desde 1993 colabora en el diario Reforma con su columna “Entre paréntesis”. El libro El azul de Van Gogh se encuentra disponible en la red de librerías Educal del Conaculta.
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