• Causmosis 2020, o cómo estoy volviendo de donde nunca me fui, de Edgar González del Castillo, y COVID, de Iztapalapa para todo el mundo, de Miguel Ángel Teposteco Rodríguez, obtuvieron los primeros lugares.

Por: Redacción/ 

Desde la crónica, Carlos Monsiváis expuso y reflexionó las realidades marginadas de los discursos oficiales, y replicó las voces de personas, grupos y manifestaciones aisladas de la opinión pública. Para honrar su memoria, en el marco del décimo aniversario luctuoso de quien fuera su investigador, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lanzó hace unos meses el Concurso Nacional de Crónica: “Una multitud de soledades, crónicas de la pandemia”.

En una rueda de prensa virtual se dieron a conocer a los dos ganadores de este certamen, convocado por la Dirección de Estudios Históricos (DEH), a través de la Cátedra Carlos Monsiváis, en el cual participaron 113 jóvenes, mujeres y hombres, quienes enviaron sus textos desde 21 entidades del país, lo mismo grandes urbes, que comunidades rurales, demostrando el pulso que mantiene el género para describir las experiencias vividas durante la contingencia sanitaria.

A nombre de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, la subsecretaria de Desarrollo Cultural, Marina Núñez Bespalova, brindó un mensaje donde destacó las actividades con las que el Gobierno de México rindió homenaje a uno de sus más grandes intelectuales, en este 2020. El concurso en cuestión se suma a las mismas, recogiendo vivencias que iluminan la oscura realidad que enfrentamos; dando remanso en cada ejercicio creativo: “Carlos Monsiváis estaría orgulloso de leerlos. Cada uno de nosotros estamos haciendo historia”, expresó.

Los trabajos Causmosis 2020, o cómo estoy volviendo de donde nunca me fui, un relato sobre lo que es lidiar la crisis desde la discapacidad, e inmerso en la caótica Ciudad de México, del artista coahuilense Edgar González del Castillo; y COVID, de Iztapalapa para todo el mundo, de Miguel Ángel Teposteco Rodríguez, escrita en una de las localidades más afectadas por la enfermedad en el país, se hicieron acreedores al premio: el primer lugar, por un monto de 30 mil pesos, y el segundo, por 15 mil pesos.

Además de ambas crónicas, sobresalió la de Gloria Miroslava Callejas Sánchez: COVID-19, un retrato familiar, que hila historias parentales entre México y Estados Unidos, sobrellevando los efectos de la contingencia sanitaria. Estos talentosos jóvenes, serán reconocidos en una ceremonia prevista para el 25 de febrero de 2021, si las condiciones sanitarias lo permiten, en el Museo Nacional de Antropología, anunció en su intervención el director general del INAH, Diego Prieto Hernández.

El antropólogo instó a que, además de la publicación de estas tres crónicas, los mejores textos se compilen en un volumen, ya que, en conjunto, representan un acervo testimonial de los diversos rostros de México, enfrentando, en la intimidad y en colectividad, las duras lecciones de la COVID-19: el confinamiento, la precariedad y la muerte. Relatos de soledad, solidaridad y resiliencia.

En estas historias, dijo, subyace la frase de Milan Kundera: “La lucha de las personas contra el poder, es la lucha de la memoria contra el olvido”, pues registrar la experiencia es una de las armas más poderosas ante el embate de los poderes económicos, fácticos, que subordinan a los otros. Los pueblos, en su apuesta por la memoria, luchan por la justicia, la equidad y la inclusión, algo que siempre motivó la escritura de Carlos Monsiváis, por lo que es grato que su nombre haya convocado la creatividad y el talento de nuevos prosistas.

Por su parte, el director general de Comunicación Social y Vocero, Antonio Martínez Velázquez, sostuvo que, a lo largo de 2020 y en el marco de la campaña “Contigo en la distancia”, se recordó de múltiples formas la importancia que Monsiváis daba a los movimientos sociales y al periodismo, siendo un extraordinario cronista de su tiempo, de ahí que las nuevas generaciones deban contar con oportunidades para aproximarse a su obra, desde el ejercicio mismo del género.

“Concursos como estos son remansos donde el pensamiento pausado y la mirada reflexiva, permiten a las personas abstraerse de las ventanas virtuales a las que ahora nos vemos confinados, para tratar de entender a profundidad lo que está sucediendo y las maneras en que nos impacta”, explicó.

De acuerdo con la titular de la DEH, Delia Salazar Anata, el Concurso Nacional de Crónica: “Una multitud de soledades, crónicas de la pandemia” fue una idea consecuente con las convicciones de quien fuera uno de los intelectuales más aterrizados en la realidad de su país: “un evento histórico como el que hoy experimentamos, derivado de la COVID-19, con sus múltiples repercusiones, hubiera estado en la mira y en la pluma de Monsiváis y, sin duda, habría instado a contarlo”.

Al respecto el coordinador de la Cátedra Carlos Monsiváis, Luis Barjau, y el historiador e integrante de la misma, Carlos San Juan Victoria, señalaron que los autores de las 113 crónicas recibidas, son jóvenes estudiantes universitarios de licenciatura y posgrado, profesores de universidades y de educación media, periodistas, maestras de escuelas rurales, administradoras de empresas, promotores de salud y personas con discapacidad.

Dada esta diversidad de orígenes, concluyeron, “lo que encontramos fue un centenar de testimonios de la diversidad del país; un esfuerzo, por parte de quienes escribieron, de verse a sí mismos y a los demás. En ese sentido, evocan a las crónicas de Monsiváis, en las que él era un personaje más. En estos textos, la intimidad pasa al centro, con el registro de cambios emocionales y de conducta, de esperanzas, pero en diálogo con las transformaciones que, paralelamente, se dan en la familia y en el vecindario para sobrevivir en la contingencia”.